Impacto ambiental

La aplicación de la conducción técnico – económica permite un ahorro directo en el consumo de combustible, e indirecto en los rubros de mantenimiento y neumáticos, además contribuye a mitigar el impacto ambiental que produce la utilización en vehículos automotores de combustibles que tienen como base los hidrocarburos, tal es el caso del diesel y la gasolina.

El motor de combustión interna de un vehículo se constituye como un convertidor de energía química a mecánica, y por su escape se emiten gases tóxicos, tales como el monóxido (CO) y bióxido de carbono (CO2); compuestos orgánicos volátiles; óxidos de nitrógeno (NOx) o también conocido como óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2), los cuales se generan en importantes cantidades como consecuencia del proceso de combustión que se lleva a cabo en el interior del motor.

Todos estos gases resultan dañinos a los organismos vivos, por lo que nuestra contribución será mayor si prescindimos de la utilización de vehículos automotores o, en su defecto, procuramos transportarnos en unidades que presten un servicio público, lo que reduce enormemente las emisiones generadas por pasajero transportado.

El CO2 representa el principal promotor del efecto invernadero, fenómeno que ha incrementado paulatinamente el calentamiento de la Tierra, con las consecuentes alteraciones en los agentes ambientales. Por ejemplo, la quema de 1 litro de gasolina produce alrededor de 2.4 kilogramos de CO2, es decir, un automóvil que consume 40 litros semanales de combustible puede llegar a producir alrededor de 100 kilogramos de ese compuesto.

Fuente: Manual de conducción Técnico-Económica para Operadores de Automóviles del sector Público Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía