Test de tipo físico

Son los habitualmente utilizados y, en general, dan una idea aproximada de la madurez de un compost.

En este test los aspectos a tener en cuenta son:

  • Olor. El compost maduro debe tener ausencia de olor desagradable y debe tener un olor similar a la tierra húmeda.
  • Color. Durante el proceso de compostaje, el material sufre un proceso de oscurecimiento o melanización hasta transformarse en un producto oscuro. Se han propuesto algunas técnicas para determinar el grado de ennegrecimiento. De acuerdo a la experiencia de los autores, la formación de zonas más claras en el interior del montón estaría indicando problemas de anaerobiosis durante el proceso de compostaje.
  • Temperatura estable. Tal como hemos comentado anteriormente, durante el compostaje se considera la evolución de la temperatura, como reflejo de la actividad de la población microbiana involucrada en el proceso, que decrece considerablemente al final del mismo, determinando una disminución de la temperatura del material compostado de valores entre 60 a 70º C hasta temperatura ambiente. En este sentido, un compost se considera maduro cuando la curva de temperatura del mismo se ha estabilizado y no varía con el volteo del material.

Fuente: Manual para la producción de abonos orgánicos en la agricultura urbana – Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).