Evaluación de la madurez de un compost

La aplicación de un compost insuficientemente maduro o «inmaduro» puede provocar como efecto más destacado un bloqueo biológico del nitrógeno asimilable, lo que podría ocasionar posteriormente un descenso del contenido de este nutriente en la planta y, en definitiva, un menor rendimiento de la cosecha.

La inmovilización del nitrógeno mineral en el suelo, se debe a que el compost «inmaduro» posee una relación C/N elevada, debido principalmente a que va a tener alto contenido en sustancias hidrocarbonadas, con lo cual, la aplicación al suelo en estas condiciones da lugar a un aumento de la microflora que utiliza parte del nitrógeno presente en el suelo para la formación de distintas estructuras intracelulares, como proteínas y ácidos nucléicos.

Por otra parte, la incorporación de estos productos insuficientemente maduros al suelo origina la descomposición posterior de estas sustancias que pueden producir serios daños tanto en el suelo como en la planta.

Además, la creación de estas zonas fuertemente reductoras en el suelo, van a ocasionar un aumento de la solubilidad de los metales pesados cuya posterior absorción y concentración en la planta pueden llegar a alcanzar niveles fitotóxicos. Así, por ejemplo, la concentración de cobre en la planta aumenta considerablemente, por encima de niveles tóxicos, tras la aplicación de compost «inmaduros», fenómeno no observable cuando se utilizan compost maduros.

Otro riesgo que presentan estos productos es la presencia de sustancias fitotóxicas, fenómeno observado en la utilización de compost procedentes de diversos residuos vegetales, así como estiércoles que pueden inhibir la germinación y el crecimiento de las plantas.

El efecto fitotóxico puede ser debido a la formación de amoníaco, producido como consecuencia de la degradación de la materia orgánica residual. La presencia incluso en cantidades pequeñas resulta tóxica para las raíces y para el desarrollo de las plantas, así como para la germinación de las semillas (intoxicación amoniacal).

Otro tipo de sustancias que se piensa que son fitotóxicas son el óxido de etileno, y algunos ácidos orgánicos, como el ácido acético, propiónico y butírico.

Fuente: Manual para la producción de abonos orgánicos en la agricultura urbana – Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).