Interdependencia y temporalidad de la toma de decisiones

El análisis económico siempre conlleva la necesidad de considerar los efectos a mediano y largo plazo de cualquier acto que se deriva de una decisión, y no solamente sus repercusiones inmediatas; de la misma forma, debe calcular las repercusiones de ese mismo acto en el grupo o conjunto empresarial, y no sólo en el impacto en un área determinada.

Aquel director o empresario que mantiene una visión en la cual sus decisiones tienen sólo repercusiones directas y en algún departamento específico del negocio, además de tener una vista corta no intuye la determinante interdependencia entre las diferentes áreas de la empresa.

Henry Hazlitt, en “Economics in one lesson”, sostiene:

«El arte de Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto… y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tales actos no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores. En este sentido, la Economía es en sí misma una visión extensa de la realidad.»

La perspectiva temporal tiene que ver con el corto y el largo plazos. Los plazos son consideraciones de orden cronológico que deben acompañar siempre al proceso de toma decisiones.

La diferencia entre los plazos está dada por la implicación o la ausencia de las restricciones, esto es, la existencia de limitantes en cuanto al uso o la combinación de los factores productivos.

Cuando hay limitantes en cuanto al uso de los factores o insumos de la producción, hablamos del corto plazo. La ausencia de esas restricciones determina el largo plazo.

Nuestro análisis tiene la finalidad de evaluar el impacto de dichas limitaciones —vistas en el corto pero también en el largo plazo— en las posibilidades de la empresa para maniobrar sus recursos con vistas a potenciar su desarrollo futuro.

Una decisión se considera con perspectiva a largo plazo si asume la posibilidad de una afectación de cantidades o de composición de todos los insumos.

Una decisión de este tipo es la de construir una nueva planta, en un lugar determinado, en la cual seguramente todos los insumos se verían afectados, pues habría necesidad de más material, más empleados, más capital, etc. Por tanto, la cantidad de todos los insumos seria necesariamente mayor.

En la misma forma se sabe que las mejoras tecnológicas que nos permitan producir más con menos, serán cambios a largo plazo pues afectarán la composición de los factores.

Por otro lado, una decisión con perspectiva a corto plazo sería aquélla que promueva un cambio en el volumen de producción de una planta ya establecida, puesto que este aumento del volumen se podría hacer mediante variaciones en los niveles de mano de obra o mediante aumento en las cantidades de materiales que se emplean, mientras la cantidad de espacio o el número de máquinas no necesitan modificarse.

Cuando se considera una determinada decisión, las partidas de costos que se verán afectadas —o las partidas que no se verán afectadas — dependerán de la perspectiva del tiempo dentro de la cual se contempla la decisión.

Una decisión que pudiera parecer rentable a corto plazo puede tener efectos totalmente distintos a largo plazo que la hagan menos rentable respecto a las consideraciones de estudio iniciales.

Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg