La sensibilidad a los cambios en las variables (elasticidad).

En nuestro acercamiento al análisis de la demanda ya se adelantaba la necesidad de realizar un estudio aparte en lo referente a la capacidad de respuesta que presentan las variables ante un cambio de las condiciones que se presentan en el mercado, y que pudieran afectar nuestra participación como oferentes en el mismo.

A hora bien, en nuestro estudio de la demanda del mercado quedó establecido que entre el precio de un bien y la cantidad que se demanda del mismo, acotado todo en un cierto periodo de tiempo, existe una relación inversa que puede ser representada gráficamente como una curva descendente, de izquierda a derecha, llamada curva de demanda.

La sensibilidad vendrá a medir o cuantificar la relación inversa que la Ley de la Demanda postula.

¿Qué finalidad tiene la medición de la sensibilidad de las variables que afectan al mercado?

Ciertamente que el conocimiento de la ley de la demanda y sus implicaciones por sí solo no es suficiente —aunque sí necesario— en apoyo a un proceso de toma de decisiones en la empresa.

Esto se debe a que al tomador de decisiones (director o empresario) no le interesa saber solamente que Q varía inversamente con P, sino que lo verdaderamente útil para él, es llegar a definir, lo más precisamente posible, qué tanto se mueve cada variable.

Ahora bien, del mismo modo en que podemos preguntarnos por las variaciones resultantes en la cantidad vendida en el mercado (Q) ante un movimiento determinado de los precios (P), también es útil una medición de los efectos que en el nivel de ventas de la compañía pudieran provocar los cambios de todas y cada una de aquellas variables que afectan la cantidad demandada. De la relación funcional:

QX = f (Px, Mk, Y, Cr, Pu)

Sabemos que Qx depende, además de Px, de los cambios en Mk, Y, Cr, y Pu. En ese sentido, también es posible la medición de la magnitud del cambio provocado en Qx por el cambio en el tamaño del mercado (la población), o por un cambio en el ingreso de los consumidores, o por un cambio ocurrido en el nivel de crédito en el mercado, o bien preguntarnos cuánto cambia la cantidad demandada Qx cuando se da una variación determinada en los gastos de publicidad. Esta misma medición puede hacerse para todas las variables que presenten relaciones causales entre sí.

La posibilidad de aplicar una medida de la sensibilidad al cambio (elasticidad) que presenta una variable con respecto a todas aquéllas que la explican o determinan, es muy amplia y de ordinario muy poco aprovechada como información relevante y precisa en la empresa.

Empezaremos abordando este tema desde su aplicación por el lado de la demanda. Una vez aclarado —y bien fundamentado– el sentido de las variaciones de Q y P en anteriores apartados, queda en consecuencia afinar la apreciación de la magnitud de esas variaciones.

Bajo una visión amplia y con el conocimiento de la interdependencia entre las variables relevantes para la operación de la empresa, cabe entonces la necesidad de abordar los movimientos de todas las variables —no solamente los de P y Q— como resultados de la interrelación que existe entre ellas.

Deberemos además, no sólo ubicar el sentido de las variaciones, sino medir los movimientos resultantes en comparación de los movimientos causales.

Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg