Usos de la elasticidad de precio

La elasticidad de precio es útil para numerosos propósitos. Primero, las empresas necesitan estar conscientes de la elasticidad de sus propias curvas de demanda cuando fijan los precios de sus productos.

Por ejemplo, una empresa que pretenda incrementar la utilidad nunca optaría por bajar sus precios en el límite inelástico de su curva de demanda —tal disminución de precio disminuiría el ingreso total y al mismo tiempo aumentaría los costos, puesto que la producción estaría aumentando.

El resultado sería una notable disminución de las utilidades. Aun en los límites en que la demanda sea inelástica, una empresa no necesariamente encontrará rentable disminuir el precio; la rentabilidad de tal acción dependerá de que los ingresos marginales generados por la reducción de precio excedan al costo marginal de la producción adicional.

Las elasticidades de precio pueden usarse para responder a preguntas como las siguientes:

1. ¿Cuál será el efecto sobre las ventas de un aumento de precios de 5%?
2. ¿Qué reducción de precio será necesaria para aumentar las ventas 20%?

Varias ilustraciones actuales de la importancia de la elasticidad de precios se relacionan con la crisis de energía que se desarrolló desde el embargo de petróleo en 1973-1974.

Primero, las compañías de servicios eléctricos han estado obligadas a elevar los precios en forma espectacular debido a los rápidos incrementos en los costos de los combustibles.

La siguiente interrogante surgió de inmediato: ¿Qué reducción en la demanda y, en consecuencia, qué reducción en las necesidades futuras de capacidad provocarían estos incrementos; es decir, cuál es la elasticidad de precio de la electricidad?.

En vista de los prolongados plazos que se requieren para construir las instalaciones generadoras de electricidad, y debido a las importantes desviaciones económicas que surgen como consecuencia de los faltantes de energía eléctrica, ésta fue la interrogante más importante para las compañías eléctricas, para los consumidores de electricidad, y para las agencias del gobierno que regulan a las compañías de servicios públicos.

En forma similar, la elasticidad de precio ha desempeñado un papel muy importante en el debate sobre la implantación de una política nacional de petróleo desde ese mismo periodo.

Ciertos economistas industriales y gubernamentales pensaron que las elasticidades de precio de los productos petroleros eran lo suficientemente grandes, y que los aumentos substanciales en el precio del petróleo que ocurrieron a finales de 1973 y a principios de 1974 reducirían la demanda significativamente y por lo tanto eliminarían el desequilibrio entre la oferta y la demanda.

Otros pensaban que las elasticidades de precio eran tan bajas que sólo un aumento notable en los precios podría reducir la demanda lo suficiente para superar la escasez de la oferta, y por lo tanto era necesario establecer un sistema de racionamiento como reemplazo de la actual distribución de mercado de los productos del petróleo.

Estos mismos aspectos han sido un punto focal de la controversia referente a la desregulación de los precios de gas natural en los Estados Unidos.

Estos problemas de energía tan estrechamente relacionados continúan sin solución; sin embargo, es claro que el análisis de elasticidad de precio está desempeñando un papel cada vez más importante en el debate.

Otro ejemplo actual más acerca de la importancia dela elasticidad de precio en la toma de decisiones administrativas se relaciona con los amplios descuentos o reducción de tarifas introducidos en la industria de aerolíneas durante 1978.

Muchos de los descuentos oscilaron entre 30 y 40% respecto del precio estándar. La interrogante de si la reducción en tarifas atraería suficientes viajeros adicionales para compensar la reducción de ingresos por pasajero estaba directamente relacionada con la elasticidad de precio de la demanda para los viajes aéreos.

Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg