Elasticidad de precio para productos de demanda derivada

Las funciones de demanda de algunos bienes contienen como una de las variables independientes la demanda por un segundo producto.

Esta relación indica que la cantidad del bien comprado se deriva de la demanda por el otro bien, por lo cual se usa el término demanda derivada para denotar este tipo de relación. La demanda por fondos hipotecarios es un ejemplo.

La cantidad de crédito hipotecario demandado no se determina autónomamente o en forma directa; en vez de ello, se deriva de la demanda fundamental por la vivienda.

De manera semejante, la demanda por transporte aéreo hacia áreas de recreación no es una demanda directa sino más bien se deriva de la demanda por recreación.

Aunque la demanda por bienes de consumo (o productos finales) puede ser o puede no ser derivada, la demanda por todos los bienes de los fabricantes (los productos que se usan en la manufactura de bienes para el consumo final) es derivada; la demanda agregada por bienes de consumo determina en gran parte la demanda por los equipos de capital, por los materiales, por la mano de obra y por la energía usada para producirlos.

Por ejemplo, las demandas por el acero, por el aluminio y por el plástico son demandas derivadas, tal como son las demandas por herramientas para maquinaria y la mano de obra.

Ninguno de estos bienes de los fabricantes es demandado por su valor directo para los consumidores, sino más bien por el papel que desempeñan en la producción de bienes y servicios.

Tal como se esperaría, la demanda por los bienes de los fabricantes está relacionada con la demanda por los productos finales, de los cuales estos primeros forman un insumo; por lo tanto, el examen de la demanda del producto final es una parte importante del análisis de demanda para un bien intermedio o de los fabricantes. Esta relación no siempre es directa.

Por ejemplo, la demanda por bienes intermedios en general es menos elástica con relación al precio que la demanda por el producto final resultante.

Esto se debe a que el bien intermedio representa sólo un insumo en el proceso de producción; y a menos que su costo represente una parte importante del costo total del producto final, cualquier porcentaje dado de cambio en el precio con relación al bien intermedio producirá un porcentaje de cambio más pequeño en el costo (y en el precio) del producto final.

Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg