Discriminación de precios

En la decisión de fijación de precios se introducen complejidades adicionales cuando la empresa vende sus productos en mercados múltiples.La existencia de más de un mercado, o agrupamiento de clientes, da lugar a la posibilidad de discriminación de precios, o a la fijación diferencial de precios.

En sentido general, puede decirse que ocurre discriminación de precios cuando a diferentes clases de clientes se les cargan distintos precios por el mismo producto, o cuando una empresa de multiproductos fija sus precios estrechamente relacionados, en tal forma que las diferencias en precios no sean proporcionales a las de sus costos.

En otras palabras, la discriminación de precios ocurre cuando los precios que tiene una empresa dada en diferentes mercados no están relacionados con las diferencias de costos de producción y distribución. Por ejemplo, la práctica nacional uniforme de fijación de precios para plumas fuente llevada a cabo por Parker Pen Company, de Janesville, sería una forma de discriminación de precios.

El costo de transporte para vender estas plumas en Chicago sería más bajo que el costo de transporte para un traslado al mercado de Los Angeles; de tal modo, un precio uniforme para el producto refleja un margen más bajo en Los Angeles que en Chicago.

La discriminación de precios no implica una connota ción negativa en sí misma. Sólo es un término que se usa en economía para describir una condición particular que se debe juzgar como buena o mala sobre otras bases.

En algunas situaciones, la discriminación de precios en realidad puede conducir a costos y precios más bajos y al abastecimiento de más bienes y servicios de los que estarían disponibles de otra forma.

Por ejemplo, una compañía de representaciones teatrales que cargue precios más bajos a los estudiantes que a los no estudiantes podría proporcionar a través de esta práctica una oportunidad para los estudiantes que no pudieran pagar el precio usual para asistir a las representaciones, y también, debido a los ingresos crecientes que proporcionarían los estudiantes, podría patrocinar producciones que no podrían ser apoyadas por las ventas de boletos a los no estudiantes.

Desde luego, la discriminación de precio también puede usarse por un monopolista para aumentar las utilidades ya excesivas, en cuyo caso la mayoría estaríamos de acuerdo con las leyes antimonopolistas que se han dictado para coartar tal comportamiento.

Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg