Pasos para realizar la rcp correctamente

Colocar a la víctima de modo que se pueda verificar si respira y tiene pulso; para lograrlo, se debe acostar boca arriba sobre una superficie firme, desplazando el cuerpo y cabeza como un todo, con el cuello extendido. Previamente habrá que asegurarse de que no existen lesiones cervicales.

Abrir la boca y extender las vías respiratorias de la persona, desplazando la barbilla hacia atrás.

– Comprobar si la víctima respira o no, escuchando si se perciben ruidos respiratorios, sintiendo en su mejilla el movimiento del aire que exhala y observando los desplazamientos del tórax.

– Si el sujeto no respira, oprimirle ambas fosas nasales hasta ocluirlas; colocar de manera hermética su boca sobre la de él y exhalar una o dos veces. Respirar en la boca de la víctima una vez cada 5 segundos y llenar por completo sus propios pulmones, después de cada exhalación.

– Si el tórax de la víctima no se eleva (expande) cuando respire en su boca, es probable que estén obstruidas las vías respiratorias. Trate de extraer la causa de la obstrucción (como sería un bocado de alimento) con la maniobra de Heimlich. La persona está acostada boca arriba, por lo que debe colocar sus manos entre el ombligo y las costillas y presionar hacia abajo y en dirección a la cabeza. Tendrá que insertar un dedo en la boca de la víctima para verificar si el objeto que causaba la obstrucción fue arrojado y retirarlo de la boca o la garganta.

– Hay que sentir el latido de la arteria carótida para verificar si existen pulsaciones (figura 10).

– En caso de no percibir el pulso, se deben iniciar las maniobras torácicas. Colocar las manos sobre la parte inferior del esternón (figura 11), con los codos extendidos y los hombros situados directamente arriba de las manos, a fin de aprovechar óptimamente el propio peso corporal.

Presionar hacia abajo, de 4 a 5 centímetros con una frecuencia de 80 a 100 veces por minuto. Las fases de «presión» y «cese de la presión» deben durar el mismo tiempo. Evitar presionar breve y bruscamente y luego suspender. Después de unas 15 compresiones rítmicas y sistemáticas se tiene que respirar dos veces en la boca de la víctima.

Posteriormente hay que comprobar de nuevo si hay pulso y respiración luego de cada cuatro ciclos de 15 compresiones y dos respiraciones alternadas. Continuar de esta forma las maniobras de reanimación mientras no se reanuden el pulso y las respiraciones.

Fuente: Primeros auxilios y vendajes personales del curso de entrenadores nivel II