Mantel

La gente habla con frecuencia de su » mantelería de lino « y de sus » sábanas de lino « aun cuando en realidad muchas de estas prendas son de algodón o de mezclas de rayón.

El lino aún se usa extensamente para manteles porque:

1) luce limpio;
2) es algo lujoso;
3) pueden removerse las manchas fácilmente, y
4) se usa y se aval bien, reteniendo su lustre y belleza después de muchas lavadas.

Telas para mantelería. Las telas para mantelería incluyen telas especiales para cenas, banquetes, almuerzos, juegos para desayunadores, esterillas, servilletas, almohadillas de mesa (de fieltro, balleta floja, tejido plano, tela afelpada imitación fieltro o de material acolchonado similar al que se usa para cubiertas de colchón) y bases para cosas calientes (malla pesada de fantasía o paño que se coloca sobre soportes de colchón o de plata).

Los principales puntos de venta de las telas y juegos mencionados son apariencia, capacidad de servicio, durabilidad, cuidado mínimo y tamaño, Por ejemplo, si una cliente quiere una tela para desayunador donde los niños toman sus alimentos, el vendedor podría mostrarle una tela de algodón de estampado tamiz, cubierta con una capa de vinil plástico que puede limpiarse con trapo, o una tela de 65% poliéster / 35% algodón que es lavable a máquina y tiene planchado durable.

En algunos casos, un acabado repelente a las manchas permite eliminar éstas rápida y totalmente. Una pequeña tela cuadrada, de 54 x 54 o aún 45 x 45 plg (137 x 137 o 114 x 114 cm.), podría bastar.

Una tela laminada, recubierta de vinilo podría ser igualmente apropiada. También podría sugerirse esterillas individuales de tela recubierta de plástico. (Las esterillas 100% de plástico también son apropiadas, pero no son materiales textiles.)

Textiles usados en mantelería. Con el advenimiento de los acabados de cuidado mínimo mejorados, los manteles han alcanzado popularidad tanto para ocasiones informales como para cenas formales.

Para cenas formales, es apropiada una tela de encaje de algodón, dacrón poliéster o nylon o una tela de lino bordada o de lino adamascado.

Puede usarse telas de encaje hecho a máquina en color marfil, crudo, blanco en motivos venecianos o en modelos de encaje o de fantasía. Al final de esta sección se hace una exposición sobre encajes de varios tipos.

Adamascados. Los manteles adamascados vienen en medidas estándar y a la elección del tamaño depende del número de personas que habrán de sentarse a la mesa.

Un mantel adamascado de 72 x 90 plg (1.83 x 2.28m) permite sentar a la mesa cómodamente a ocho personas y un mantel de 72 x 108 plg (1.83 x 2.74 m) a doce. Los manteles para banquetes son de 60x 116, 72 x 126 o 72 x 144 plg (1.52 x 2.95, 1.83 x 3.20 o 1.83 x 3.66 m).

Los manteles adamascados son de tipo puro, algodón puro o de mezclas de estas fibras. Algunas veces se incluye rayón para hacer el diseño más prominente y lustroso.

Los adamascados se hacen en tejido Jacquard con un diseño de satín por urdimbre y un raso por trama en el fondo o viceversa. A veces se usa el tejido de sarga en el diseño y el tejido satín para el fondo.

Desde el punto de vista de la construcción hay dos tipos de adamascados: simples o sencillos y compuestos o dobles. Ambos tipos son tejidos individuales; el nombre se aplica al tipo de tejido.

El adamascado sencillo tiene construcción de cuatro flotes, mientras que el adamascado doble tiene construcción de siete flotes.

La cuenta de la tela de este último es más alta que la del sencillo (algunos autores afirman que el adamascado doble debe tener una cuenta de 180 con cuando menos el 50% de hilos flotantes.

Calidad de adamascado. Para juzgar sobre la calidad de un adamascado, deben considerarse los siguientes factores.

I. La longitud de las fibras. Puesto que los adamascados se tejen en una construcción de satín que requiere flotes, las fibras largas no se salen ni se emborran tan rápidamente como las fibras cortas y, puesto que las fibras de lino por lo general tienen mayor longitud que las de algodón, son más adaptables a los tejidos satín.

II. La uniformidad de los hilos. Si los hilos no se hilan con uniformidad, la tela presentará partes gruesas y delgadas. Una tela en estas condiciones presenta una pobre apariencia y también proporciona un servicio inadecuado.

III. Lo cerrado del tejido. Un tejido flojo debilita el adamascado, ya. que puede dejar que los hilos se deslicen desgastando los flotes. Es necesario un tejido firme, cerrado, para un damasco durable.

IV. La longitud de los flotes. Los flotes en esta construcción pueden pasar sobre cuatro hasta veinte hilos. Un flote que pasa sobre cuatro hilos es considerado corto.

Aun cuando los flotes cortos tienen buena duración de uso no dan una superficie lustrosa.

Mientras mayor longitud tenga el flote, mayor será la reflexión de la luz y más hermosa la tela. Para elaborar hojas y diseños florales, es necesario un flote largo (dieciocho o veinte).

Los flotes largos dejan gran parte de los hilos expuestos a la fricción sobre la superficie. En consecuencia, los flotes largos no son durables.

Fuente: Apuntes de Confección de blancos y tapicería de la Unideg