Elasticidad a la deformación de la fibra

Existe un factor más llamado elasticidad a la deformación (resiliencia) y que equivale a la cantidad que pueda estirarse una fibra sin que ésta pierda su longitud original, en el caso de aplicarle una fuerza por tensión o por compresión.

La elongación se mide en unidades de longitud (mm , pulgadas o cm) o sea, se calcula como un porcentaje de la longitud de la muestra original.

Rigidez: Es la resistencia que oponen las fibras al ser deformadas por una fuerza, ya sea por compresión o por tracción y se expresa en índices precalculados para toda clase de fibras, ambos índices son de mucha importancia en el caso de las mezclas mencionadas.

Propiedad de una fibra o tela para resistir el plegado o llevar una carga sin deformación. Se basa en el módulo de la fibra.

Flexibilidad: Esta es la propiedad contraria a la rigidez, dándose el caso de fibras que no oponen ninguna resistencia a las deformaciones, principalmente en el caso de aplicar presión.

Por ejemplo, la mayoría de las fibras vegetales tienen un alto índice de rigidez, en cambio el algodón tiene muy bajo índice de rigidez, siendo esta propiedad la que le da su suavidad característica y su flexibilidad para el hilado.

Capacidad para flexionarse o torcerse repetidas veces, sin romperse. Término utilizado en el tacto de una tela, refiriéndose a la facilidad de flexionarse y oscilar entre flexible (alta) y rígida (baja).

Plasticidad: Es la cualidad que tienen algunas fibras de mantenerse unidas cuando han sido sometidas a presión. Cuando una fibra recupera su volumen y su forma original al cesar la presión, se dice que carece de plasticidad.

Puede asegurarse que la falta de plasticidad es consecuencia de la rigidez. La mayoría de las fibras se hacen más plásticas, cuando a la presión se le agrega calor.

Absorción de humedad: La mayoría de las fibras textiles pueden absorber humedad, dependiendo de la cantidad de esta que haya en el ambiente en donde se encuentren.

Se expresa en porcentaje sobre el peso de la fibra y al indicarla se deberá acompañar de los datos de humedad relativa y temperatura del lugar donde se tomó la lectura, ya que casi siempre la humedad contenida en la fibra, dependerá de la que contenga el citado lugar en que se encuentra el material.

Todas las fibras expuestas a la atmósfera absorben cierta humedad, cuya cantidad varía según el tipo de fibra, la temperatura y la humedad relativa.

Las mediciones suelen hacerse en condiciones normales, fijándose al 65% de humedad elativar y 70ºF(21ºC). El contenido de humedad de una fibra o hilo suele expresarse en términos de recuperación porcentual después de un secado parcial.

Regain o reprisse: Se utiliza en la industria ambos términos; el primero del inglés y el segundo del francés, los cuales al traducirlos significan la “recuperación” de humedad aceptable de los materiales textiles o sea, la humedad media que puede contener legalmente una fibra determinada en un ambiente con temperatura de 24ºC y a 65% de humedad relativa, cada tipo de fibra tiene distinto “regain” y se expresa en función de la cantidad de agua que pueda contener legalmente 100 kilogramos de fibra absolutamente seca.

Existe una tabla internacional de reprises para todas las fibras, sin embargo, en la mayoría de los países se hacen modificaciones a esta tabla en función de las condiciones climatológicas de cada país.

Conductibilidad del calor: En mayor o menor grado todas las fibras permiten el paso a la circulación del calor. Su conductibilidad se mide en “calorías” que se dejen pasar a través de determinado grueso de fibra, con lo cual se mide el poder aislante del calor de determinada fibra.

Conductibilidad de la electricidad: También en este caso la mayoría de las fibras permiten el paso de la electricidad en mayor o menor escala. Cuando una fibra opone resistencia al paso de la energía eléctrica, se dice que es mala conductora de la electricidad, quedando la energía acumulada en la masa de fibras.

La fricción entre fibras y los elementos mecánicos que se hayan en contacto con las fibras, originan la formación de electricidad (sucede en fibras de bajo poder conductor como la lana o el acetato), esta acumulación de energía se llama electricidad estática, que al permanecer en la fibra ocasiona dificultades para el hilado, en cambio si se elimina de modo natural, las fibras son “buenas conductoras” de la electricidad.

Fuente: Apuntes de Fibras materiales textiles de la Unideg