El cobre

En fontanería se utiliza el cobre bajo dos formas: el cobre martilleado y el cobre recocido.

El cobre martilleado se presenta en forma de barras rígidas de todos los diámetros y de 4 a 6 m de longitud. El cobre recocido se presenta bajo forma de rollos o coronas. El diámetro máximo de los tubos es de 20 mm; la longitud de la corona es generalmente de 4 a 10m.

La utilización de una u otra de estas formas depende de la naturaleza de las obras a efectuar. El cobre martilleado se utilizará más corrientemente para realizar partes rectas, y el cobre recocido, que ya por su presentación es difícil de enderezar, se utilizará en las partes de la instalación que necesitan un recorrido sinuoso.

Los diámetros más corrientes de los tubos de cobre utilizados en fontanería son: 8/10 mm, 10/12 mm, 12/14 mm, 14/16 mm.
Observación: los diámetros de los tubos se dan con dos cifras, la primera cifra es el diámetro interior y la segunda el diámetro exterior del tubo.

Las ventajas de la utilización del cobre como material de tubería son su ligereza, resistencia mecánica, aspecto agradable a la vista y que permite canalizaciones vistosas, facilidad de empleo para soldadura, doblado, corte, empalmes por manguitos y juntas.

Fuente: Guía Práctica de fontanería de Reneé Hiller