Construcción de bloques

La meta de los sistemas de producción es fabricar y distribuir productos. La actividad más importante para cumplir con esta meta es el proceso de manufactura, en el cual tiene lugar la conversión material de transformar materia prima en un producto.

El proceso de manufactura se puede ver como un proceso que agrega valor. En cada etapa la conversión realizada (a un costo) agrega valor a la materia prima. Cuando este proceso de agregar valor termina, el producto está listo.

Para ser competitivo, la meta debe ser que la conversión de materiales cumpla, de manera simultánea, los siguientes objetivos:

Calidad: el producto debe tener una calidad superior (igual o mejor que la competencia). Costo: el costo del producto debe ser menor que el de la competencia.

Tiempo: el producto debe entregarse a tiempo al cliente, siempre.

Existe interacción entre estos objetivos; por ejemplo, los clientes aceptan un precio más alto cuando el producto es único y menor calidad si los productos son más baratos.

Más adelante se profundizará sobre estos tres objetivos. Se introducen en este momento porque, en cierta forma, constituyen la esencia de este libro. Una compañía que cumple con estos objetivos de manera simultánea, se encuentra, en cuanto a producción, en una posición competitiva.

Aunque existen muchos elementos que apoyan el logro de estos objetivos, aquí sólo se analizarán dos: la estructura física y la organizacional.

Fuente: Apuntes de Introducción a la Planeación y Control de la Producción de la UNIDEG