Generalidades sobre el pre-engorde de alevinos y su posterior engorde

El crecimiento, es un factor estrechamente ligado a la temperatura, calidad del agua de cultivo, nivel de nutrición ofrecido; así como a la composición genética de una determinada línea o raza seleccionada para producción.

La temperatura del agua, como ya se ha visto anteriormente en el texto, es el factor principal que condiciona el crecimiento de los animales en cultivo. El ciclo total de producción en el caso de la especie de trucha «arco-iris»(desde el “estadío de ojos”, cuando estos ya se aprecian, hasta cerca de los 200 g) varía típicamente entre 8 a 20 meses, dependiendo, justamente, de las temperaturas que existan en el medio de cultivo.

La capacidad de carga de cada unidad de cultivo de truchas, será totalmente dependiente del peso de los peces colocados bajo cultivo, de la calidad del agua utilizada, del contenido de OD, de la temperatura y del flujo del agua; así como de su volumen.

La infraestructura utilizada en los sistemas de cultivo de peces en aguas frías, corresponde a la de estanques rectangulares excavados en tierra, o construidos en cemento; tanques de fibra de vidrio o fibrocemento y raceways; además de jaulas suspendidas en un espejo de agua.

El sistema de cultivo de truchas en Dinamarca, iniciado cerca de 1890, continúa siendo actualmente de carácter industrial importante, con una estabilidad de producción de más de 15.000 ton/año y se desarrolla en estanques excavados en tierra. Ellos han sido utilizados por los daneses desde el inicio de la truchicultura, 1o que demuestra que esta metodología de cultivo es, hasta hoy en día, aún eficiente. Cada establecimiento, utiliza un conjunto de estanques agrupados de tal forma, que el canal de recepción de todos las unidades puede ser colocado centralmente (también se utilizan estanques en paralelo). Las profundidades son, en general, de entre 1 y 2 m, trabajándose con nivel a 0,80 m o más de agua. El flujo de agua en este tipo de cerramiento es suficientemente bajo y continuo, de tal forma que los peces realicen poco gasto de energía, favoreciendo así, una eficiente conversión de alimento a carne.

En contraste con estos cerramientos tradicionales, se encuentran los estanques estrechos, construidos en cemento, denominados raceways, que ofrecen ventajas de mayor producción, observación, manejo y mantenimiento más accesible de la calidad de agua, por efectos de su alta renovación. Las desventajas en este caso, es que los peces permanecen en mayor contacto, con posible aumento de enfermedades y mayor dificultad para aplicación de tratamientos, llegado el caso. Los cerramientos tipo jaulas, suspendidos en embalses o en el mar, se encuentran adaptados al cultivo de salmónidos en general y la inversión para un proyecto de estas características es de menor costo, si se lo compara con el de tierra (el productor puede realizar solamente el pre engorde y engorde en los cerramientos hasta alcanzar la talla comercial), alcanzando volúmenes mucho más rentables.

Siempre que la calidad de agua se mantenga en condiciones óptimas, la densidad podrá aumentarse desde un mínimo de 5 kg./m³ hasta cerca de 15 Kg./m³, sin pérdidas en producción, aunque en la bibliografía general se señalan datos sobre cargas más altas.

La capacidad de carga de cada uno de los cerramientos, se expresa comúnmente en términos del peso de los peces por volumen (o sea que: 10 Kg/m³, significa 10 Kg de peces por cada m³ de agua existente). Existen una serie de fórmulas para determinar esta capacidad, tomando en cuenta la cantidad de OD disponible, la tasa de crecimiento en peso y largo de los peces bajo cultivo, el volumen de agua, la temperatura, las tasas de alimentación; así como otros factores.

Para el caso de cultivos en raceways que, en general, presentan cerca de 30 m de largo por 2,5 de ancho y menos de 1m de profundidad y que se abastecen con gran flujo de agua, se deberá obtener una renovación de 3 veces/ hora o más. Las densidades entonces, podrán aumentarse hasta 15 Kg/m³ o más.

Aparte de la temperatura, las concentraciones de oxígeno y de amoníaco son los principales limitantes una vez iniciado el sistema de cultivo. La carga de los estanques deberá disminuirse cuando el OD disminuya por debajo de 6 ppm. Cada productor debe poseer un medidor de oxígeno.

Durante el ciclo de producción, los peces deberán ser periódicamente clasificados por tallas, manteniendo la mayor uniformidad posible; ya que ello influye sobre una mejor producción y mayor rentabilidad. Las truchas se clasifican generalmente cuatro veces durante el período de cultivo, desde juveniles de cerca de 7,6 cm. Estos clasificadores, dentro de la unidad tratada, agrupan a los peces, que se enfrentan a ellos. Aquellos, que por su tamaño y volumen no pasan a través de las barras, quedan en el fondo del cerramiento monitoreado y son trasladados a otros sistemas de cultivo. La clasificación de peces menores no se realiza o se efectúa con clasificadores “tipo cajones” (con barras en el fondo), dentro de los mismos raceways, estanques o tanques. No es producente efectuar clasificaciones sobre peces muy pequeños, ya que produce estrés.

El muestreo se realiza, en general, entre tres jaulas y se separan los tamaños (pequeños, medianos y chicos), recomponiendo las poblaciones. Para realizar un inventario de los peces de cada unidad, debe contárselos. Para ello, se almacenan en los 2/3 finales de la unidad (en caso de raceways o estanques) y se los mueve siempre hacia la cabecera del cerramiento. Los peces más pequeños y débiles no son representativos de la población general y se descartan. Los registros de cada una de las poblaciones en cada cerramiento, deberá ser anotado en fichas o cuadernos posibles de mantener a través del tiempo, de tal forma que el productor pueda contar con todos los datos de las producciones efectuadas, mes a mes y año a año. Si la clasificación es normal, con 3 o 4 muestras, tomadas al azar, en distintas áreas de cada uno de los sistemas, será suficiente.

En caso de mayores producciones en estanques, se pueden utilizar clasificadoras automáticas, que pueden a su vez seleccionar tres tamaños. El promedio resultante en cada unidad, es utilizado para calcular el peso total de peces existentes (biomasa viva) y posteriormente para efectuar los cálculos de modificación de alimento en forma quincenal, como mínimo. Los peces muertos deben ser retirados y contabilizados diariamente. Ellos no deben permanecer en los sistemas ya que pueden ser potenciales focos de enfermedades, señalando además una notoria falta de higiene en el establecimiento. Por otro lado, el análisis de la mortalidad en cada unidad en forma diaria, apoyará el diagnóstico de cualquier enfermedad que pueda presentarse, antes de que la misma se vuelva severa. Las mortalidades contabilizadas, deberán restarse (en forma semanal o mensual) de las poblaciones estimadas; manteniendo así, un inventario seguro de la producción.

Los sistemas de estanques excavados en tierra, ofrecen mayores problemas de manejo que los otros sistemas. La capacidad de carga de un estanque en tierra, se estimará en forma similar al sistema de raceways, si la tasa de recambio del agua es de aproximadamente de 30 minutos o menos. Si el recambio es mayor, la capacidad será función del cociente entre la superficie y el volumen de agua, el flujo de entrada de la misma y la demanda de oxigeno, que será a su vez afectada por el sedimento acumulado en los fondos. La capacidad de carga en estos estanques, se determina mejor, midiendo el contenido de oxígeno disuelto en cada unidad y en la salida de agua; así como manteniendo buenos registros sobre las producciones existentes.

Fuente: Dirección de Acuicultura. Gobierno de Argentina.