Operaciones básicas de los archivos

Para definir adecuadamente a los archivos, necesitamos considerar las operaciones que se pueden realizar sobre ellos. “El sistema operativo, -según Meza Badillo- proporciona llamadas al sistema para crear, escribir, leer, reposicionar, borrar y truncar archivos”. A continuación se describen las seis operaciones básicas sobre archivos:

I. Crear un archivo: se debe encontrar espacio para el archivo en el sistema de archivos y posteriormente se debe hacer una entrada en el directorio para el nuevo archivo. La entrada en el directorio registra el nombre del archivo y su ubicación en el sistema de archivos.

II. Escribir un archivo: se hace una llamada al sistema especificando tanto el nombre del archivo como la información que se va a escribir en él. El sistema debe mantener un apuntador de escritura a la ubicación en el archivo donde va a tener lugar la siguiente escritura. El apuntador de escritura debe actualizarse siempre que ocurre una escritura.

III. Leer un archivo: se hace una llamada al sistema que especifica el nombre del archivo y el lugar (en la memoria) donde deberá colocarse el siguiente bloque del mismo. Nuevamente, se busca en el directorio la entrada asociada, y el sistema mantiene un apuntador de lectura a la ubicación en el archivo en donde va a tener lugar la siguiente lectura. Una vez que se ha realizado la operación, el apuntador de lectura se actualiza. Tanto la operación de lectura como la de escritura emplean este mismo apuntador, ahorrando espacio y reduciendo la complejidad del sistema.

IV. Reposicionarse dentro de un archivo: se busca en el directorio la entrada apropiada, y se asigna un valor dado a la posición actual del archivo. El reposicionamiento dentro de un archivo no necesita incluir una operación real de E/S. Esta operación sobre el archivo también se conoce como búsqueda en archivo.

V. Borrar un archivo: se busca en el directorio el archivo designado. Una vez que se ha encontrado la entrada asociada, se libera todo el espacio del archivo (para que pueda ser reutilizado por otros archivos) y se borra la entrada del directorio.

VI. Truncar un archivo: hay ocasiones en que el usuario desea que los atributos de un archivo permanezcan iguales, pero quiere borrar el contenido del archivo. En lugar de obligar al usuario a borrar el archivo y después volver a crearlo, esta función permite que todos los atributos permanezcan sin modificación (excepto la longitud del archivo), pero restableciendo el archivo a una longitud cero.

Fuente: Apuntes de la materia Sistemas Operativos Multiusuario de la FCA – UNAM