Manejo de modelos ideales

Otro poderoso instrumento de creatividad e innovación es la utilización de modelos ideales. Una metodología que, recurriendo a nuestra capacidad imaginativa, la elevamos al mundo de la fantasía, para buscar soluciones ideales sin limitaciones. A partir de definir un modelo ideal, regresamos al terreno de la realidad para que, derivando ideas del primero, lleguemos a ideas e innovaciones prácticas y novedosas.

Para fines de la Ingeniería de Servicios, la aplicación de modelos ideales son los siguientes:

Empresa ideal. Desarrollar una compañía modelo, en la que se definan los productos y servicios que la hagan ideal para sus clientes, incluyendo sus elementos de identidad. Deberá ser una concepción que destaque esos atributos desde la perspectiva de los clientes y del personal de la empresa.

Producto ideal. Manejar la fantasía para desarrollar un producto perfecto que se pudiera ofrecer a los clientes actuales y potenciales, para darles el más alto valor agregado y beneficios que satisfagan plenamente a sus necesidades cambiantes.

Servicio ideal. Desarrollar en el terreno de la fantasía todos aquellos atributos que lleguen a conformar un servicio perfecto para el cliente, de manera que él se sienta totalmente satisfecho, como para mantener una lealtad permanente hacia la empresa.

El manejo de los modelos anteriores es una excelente práctica de creatividad e innovación para reinventar productos, servicios e, inclusive a la empresa. Las ideas que surjan pueden llegar a crear nuevos conceptos de valor y de servicio que tengan un profundo impacto en el producto y en su diferenciación, y que así mismo se traduzcan en ventajas competitivas de importancia. Con este alcance es como verdaderamente se justifica el papel de la Ingeniería de Servicios.

Fuente: Apuntes de Empresas computacionales del Instituto Tecnológico de Apizaco