Estructura de la tarea y la posición de poder en el modelo de Fiedler

La estructura de la tarea es la segunda variable importante para la situación del liderazgo, una tarea muy estructurada es aquella para la cual existenprocedimientos o instrucciones que van paso por paso.

Por tanto, los miembros del grupo tienen una idea muy clara de lo que se espera que hagan. No obstante, cuando las tareas no están estructuradas, como en el caso de juntas de comités y de muchas tareas de investigación y desarrollo, los roles de los miembros del grupo son más ambiguos.

La posición de poder del líder es la última variable de la situación identificada por Fiedler. Algunos puestos, como la presidencia de una empresa, entrañan gran cantidad de poder y autoridad.

El presidente de consejo de una organización caritativa, por otra parte, tiene muy poco poder sobre los trabajadores voluntarios. Así pues, el poder de los puestos altos facilita la tarea del líder para influir en otros, mientras que el poder de puestos bajos hace que la tarea del líder resulte más difícil.

A continuación, Fiedler pasó a especificar ocho combinaciones posibles de estas tres variables de la situación de liderazgo: las relaciones entre el líder y los miembros pueden ser buenas o malas, las tareas pueden estar estructuradas o no estructuradas y la posición de poder puede ser fuerte o débil.

Con estas ocho categorías de las situaciones del liderazgo y sus dos tipos de líderes –calificación alta o baja en CMP– Fiedler revisó estudios de más de 800 grupos para ver qué tipo de líder era más eficaz en cada situación.

Entre los grupos que estudió había equipos de baloncesto, talleres para la capacitación de ejecutivos, así como tripulaciones de tanques de combate y de la fuerza Aérea.

Fiedler encontró que los líderes con calificaciones bajas en CMP –aquellos orientados hacia las tareas o autoritarios– eran más efectivo s en situaciones extremas: situaciones en que el líder tenía mucho poder e influencia, o tenía muy poco poder e influencia.

Los líderes con calificaciones altas en CMP –orientados hacia los empleados– eran más efectivos en situaciones donde el líder tenía poder e influencia moderados.

Así pues, el modelo de Fiedler sugiere que una alianza adecuada entre el estilo del líder (medido por su calificación en CMP) y la situación (determinada por la interacción de estas tres variables) conduce a una actuación administrativa afectiva.

Su modelo ha sido usado con cierto éxito como base para un programa de capacitación en el que se enseña a los gerentes a alternar las variables de la situación para adaptarlas a sus estilos de liderazgo, en lugar de que sus estilos se ciñan a la situación.

Fuente: Apuntes de la materia de Administración 2 de la Unideg