Asfixia por inmersión

A los niños les encanta jugar con agua. En Chile, la asfixia por inmersión es la primera causa de muerte en los niños de 1 a 4 años de edad. Se debe advertir a los padres que un lactante puede ahogarse en lugares con mínimos volúmenes de agua, incluso de 2,5 cm de profundidad.

Los esfuerzos deben ir dirigidos principalmente a la prevención primaria, es decir, hay que evitar que el accidente se produzca, tomando todas las medidas de control adecuadas y una supervisión por un adulto apropiada.

Los padres no deben dejar nunca solo a un niño pequeño mientras se baña en la tina, ni siquiera por un instante. También requieren estricta vigilancia los niños mayores que sufren epilepsia.

Para disminuir el riesgo de ahogamiento en piscinas, es necesario mantenerlas protegidas con una reja circundante de al menos 1,5 m de alto con puertas y cerraduras a prueba de niños, además de una supervisión permanente por un adulto responsable mientras los niños juegan o nadan en el lugar.

Los niños mayores y adolescentes requieren supervisión durante actividades deportivas y recreativas en ríos, lagos o en el mar. En especial deben considerarse medidas de control y restricción sobre el expendio y uso de bebidas alcohólicas en los adolescentes debido a que es frecuente encontrar casos de asfixia por inmersión por efectos del alcohol.

Como medidas de prevención secundaria, es aconsejable que los padres propietarios de piscinas y las personas relacionadas con la supervisión de actividades acuáticas estén adiestradas en las técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar.

Fuente: Manual de pediatría por la Dra. Patricia Valenzuela C. y el
Dr. Enrique Paris M. de la escuela.med.puc.cl