La tecnología: un arma de doble filo

Las TIC ya afectan la vida política y social de todas las naciones. Sin embargo, su influencia no siempre es positiva. En ocasiones, el uso de las tecnologías para crear y transmitir mensajes impide hacer justicia y fomenta la concentración del poder en las manos de unos pocos, dificultando la reciprocidad en la comunicación. La aparición de los enormes conglomerados de medios de comunicación es una prueba fehaciente de ello.

Podemos aprender una importante lección, tan alentadora como amenazante, de los recientes hechos históricos vinculados a la caída de los grandes estados totalitarios. Algunos afirman que la caída del imperio comunista soviético comenzó con la muerte de Stalin, en 1953. Sin embargo, no es casualidad que el cambio hacia un régimen más liberal haya coincidido con la difusión de la transmisión televisiva y la expansión del uso de radiograbadores en la URSS.

El impacto de estos dos tipos de TIC en la sociedad fue igualmente importante, si bien ambos se utilizaron de forma diferente y, por lo tanto, también trajeron aparejadas consecuencias diferentes. La televisión, que estaba en manos del Estado, se convirtió durante los siguientes cuarenta años o más en una herramienta para el lavado cerebral de las masas y para la manipulación de la opinión pública a favor del régimen totalitario.

Este mismo período histórico se caracterizó por un creciente flujo de materiales escritos clandestinos (exponiendo a los individuos a graves castigos si eran descubiertos). En las máquinas de escribir mecánicas comenzaron a copiarse el papel carbón permitía hacer cuatro copias por vez manuscritos prohibidos de prosa, poesía, filosofía política, crítica social e informes sobre la violación de los derechos humanos.

Las copias fotostáticas eran demasiado difíciles de hacer y requerían ciertos conocimientos especiales, por lo que su uso no se extendió. A comienzos de 1970, la fotocopiadora Xerox electroquímica, rápida y fácil de usar, suplantó a la vieja copiadora fotostática. Ésta, sin embargo, permaneció bajo estricto control policial en las oficinas gubernamentales, y se prohibió su uso a particulares.

Una década después llegó el fax, que contribuyó aún más a la ya evidente decadencia y desintegración del régimen totalitario. Hacia fines de 1980, las barreras de la comunicación (la censura, la interferencia radial, etcétera) se derrumbaron junto con el muro de Berlín.

Es posible que futuras generaciones de historiadores mencionen las TIC como uno de los principales propulsores de estos cataclismos, pero de más está decir que esta afirmación sería algo exagerada. Los caminos de la historia son mucho más sinuosos. De hecho, Mijaíl Gorbachov subió al poder y lanzó la famosa perestroika (apertura) mucho antes de que tales novelerías como Internet e incluso el telefax fueran de uso común en la URSS.

Aun así, sería bastante razonable decir que las computadoras personales (con impresora y módem para conectarse a Internet), pasadas por alto por las autoridades soviéticas, fueron la última gota que ter-minó por ahogar el régimen ideológico y político en la Federación Rusa y Europa Occidental.

De la misma forma, creemos que la proliferación de las TIC contribuirá a derrumbar el imperialismo cultural, el totalitarismo ideológico y el monopolio de la información. Las herramientas de autoedición (DTP) que pueden utilizarse desde el hogar y las publicaciones en Internet, cumplirán un rol fundamental en la difusión y el uso de la información. Además,las TIC constituyen una nueva opción para la preservación y el resurgimiento de las tradiciones culturales y los valores espirituales indígenas.

El fácil manejo de estas herramientas permite que incluso una maestra y sus alumnos puedan diseñar una fuente especial para su idioma nativo, crear un diccionario multilingüe, grabar canciones y danzas típicas, sacar fotos de artesanías y colocarlo todo en una página Web. Es nuestro deseo que las barreras lingüísticas impuestas por la dominación de unos pocos idiomas sobre los de las minorías se debiliten gracias al amplio alcance de las TIC y su aplicación con fines educativos.

Por último, las TIC también promueven un cambio en cuanto a la distribución por edad y sexo y el acceso a las oportunidades de las minorías en el mercado laboral. Las mujeres y los jóvenes tienen las mismas oportunidades que los hombres en lo que respecta alaprendizaje y al uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Fuente: Libro de las Tecnologías de la información y la comunicación en la enseñanza de la UNESCO.