Gestión de los residuos

Todas las actividades generan residuos y las humanas no escapan a la norma. Las nuevas edificaciones dentro de las ciudades si bien generan beneficios, al mismo tiempo dejan cantidades considerables de desechos.

Las particularidades sobre la gestión de residuos que afectan a los sistemas eléctricos y electrónicos, ocupa un nuevo concepto: electronic waste o e-waste (desecho o residuo electrónico).

También se utiliza el término RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) en la distinta documentación que sobre el tema se publica.

El desarrollo tecnológico está generando nuevos residuos en una cantidad muy elevada: ordenadores personales (en el trabajo y en casa), número de teléfonos móviles, etcétera.

Los electrodomésticos se clasifican en tres líneas mediante colores:

Línea blanca: Lavadoras, lavavajillas, frigoríicos (con particularidades también en su reciclado), hornos y cocinas.
Línea marrón: Televisores, equipos de música, equipos de DVD y vídeo.
Línea gris: Equipos informáticos y sus periféricos, teclados, ratones, impresoras, etc., teléfonos móviles.

Componentes presentes en un ordenador personal, cuyos residuos deben ser tratados de manera especial.

La Directiva de la Unión Europea, denominada RoHS (Restriction of Hazardous Substances) 2002/95/EC: Restricción de Uso de Algunas Sustancias Peligrosas, tiene por finalidad prevenir la generación de residuos procedentes de aparatos eléctricos y electrónicos, reduciendo la peligrosidad que sus componentes pueden tener, así como regular su gestión para mejorar la protección del medio ambiente.

La Directiva sobre RoHS prohíbe el uso de ciertas sustancias en los nuevos equipos eléctricos y electrónicos. Las sustancias prohibidas son plomo, mercurio, cadmio, cromo hexavalente, bifenilo olibromado (PBB) o éteres de difenilo polibromado (PBDE).

En nuestro entorno, un caso especial es el de las pantallas planas, que están sustituyendo rápidamente a los tradicionales y voluminosos televisores con tubos de rayos catódicos. En no mucho tiempo, millones de televisores y ordenadores con pantalla de tubos irán a la basura.