El debate

Un debate es un acto de comunicación en el que participan dos partes o más exponiendo las diferentes ideas en torno a un tema que resulta especialmente polémico.

Por lo general, se trata del encuentro entre dos partes que tienen posiciones contrarias con respecto a un mismo tema y exponen sus ideas sosteniéndose sobre argumentos sólidos.

Antes de cualquier exposición oral ante un auditorio, elabora un guión o esquema que contenga las ideas centrales de nuestro discurso.

Pautas para diseñar un guión o esquema para un discurso:

– Establecer, con exactitud y precisión, la idea central del mensaje mediante una breve introducción al tema.

– Utilizar un lenguaje ameno, conciso y sencillo que no debe resultar difícil de comprender y con el.

– Adaptarnos al auditorio
– Articular con claridad y precisión
– Adecuar el volumen de voz al entorno
– Exponer el tema de una forma ordenada
– Controlar el tiempo de intervención
– Utilizar un vocabulario variado
– No abusar de las «muletillas»
– Utilizar un vocabulario firme y a la vez agradable
– Mostrarnos de una forma natural y accesible al público
– Intentar mantener una exposición ágil y fluida
– Hablar sin conocer el tema
– Exponer las ideas de una forma desordenada
– Ser demagogos
– Ser pedantes
– Utilizar muchas palabras para no decir nada
– Hablar de un tema sin haber concluido otro que conseguiremos captar la atención del público.
– Reforzar la idea central con pocos puntos esenciales.
– Prestar especial atención a las citas, anécdotas, estadísticas, etc., pues contribuyen a que la exposición resulte más amena, atrayente e inteligible.

En la exposición, y como parte del argumento, debemos evitar los siguientes comportamientos:

– Descalificar al contrario.
– Ser automático.
– Divagar.
– Generalizar de forma indiscriminada.
– Realizar multitud de preguntas que sean difíciles de contestar por parte de los interlocutores.
– Utilizar planteamientos falsos.