Direccionalidad como características funcionales de los micrófonos

Esta característica del micrófono nos indica cómo varía su sensibilidad con respecto a la dirección de procedencia del sonido.

Señala la variación de la respuesta del micrófono dependiendo de la dirección de donde provenga la fuente sonora. Es decir, muestra cómo varía la sensibilidad respecto a la dirección de procedencia del sonido.

La directividad de un micrófono se representa mediante los diagramas polares. En éstos se representa la manera en que el micrófono (que está a 0 grados) recibe el sonido para distintos ángulos de incidencia. Todas las señales se envían con la misma intensidad, para así poderlas comparar.

La circunferencia exterior supone que no hay ninguna pérdida de señal, y las interiores están medidas en decibeles de pérdida. Hay variaciones incluso respecto a la frecuencia emitida, por lo que en algunos diagramas se representan en diferentes trazos las distintas frecuencias.

Clasificación de los micrófonos:

Micrófono de presión omnidireccional.

Este micrófono posee una envoltura completamente cerrada y los sonidos chocan contra la membrana de forma frontal.

La deformación de la membrana es proporcional a la presión instantánea del aire que la envuelve, debido a los sonidos que se generan, en cualquier dirección del espacio, alrededor del micrófono.

El micrófono de presión es omnidireccional porque es igual de sensible para todos los sonidos procedentes de cualquier dirección. Es un micrófono muy adecuado para captar música.

Micrófono de gradiente de presión bidireccional.

La envoltura de este micrófono está abierta por la parte anterior y posterior, y los sonidos inciden en la membrana por ambos lados.
La fuerza con que se desplaza la membrana corresponde a la diferencia de presión que existen entre las dos caras, que será máxima en la dirección axial de micrófono. No captará, por tanto, los sonidos procedentes de los laterales. Este micrófono es adecuado para captar la palabra
de un orador.

Micrófono hipercardioide.

Es un micrófono cardioide pero altamente direccional, en el que el gradiente de presión supera el 65%. El uso de estos micrófonos es imprescindible en las instalaciones de refuerzo de palabra para conseguir la captación preferente de la voz del orador sin recoger simultáneamente el sonido de los altavoces más próximos, pues produciría el acoplamiento acústico o efecto Larsen, caracterizado por el conocido “pitido” de los altavoces.

Micrófono cardioide.

Se basa en la conjunción de las dos características anteriores. Dispone de aberturas posteriores y laterales, pero parcialmente obstruidas con un filtro acústico o resistencia acústica.

El micrófono cardioide es muy direccional, muy sensible a los sonidos procedentes de la parte frontal, poco sensible a los de procedencia lateral y de sensibilidad casi nula a los que provienen de la parte posterior.

Este micrófono se utiliza frecuentemente cuando se desea captar sonidos de voz desde una sola dirección, descartando lo que podrían ser sonidos o ruidos de fondo no deseados.