El precio

Existen diferentes métodos de fijación de precios, dependiendo del criterio que tenga en cuenta la empresa:

Basado en los costes. Consiste en añadir al coste del producto la ganancia que en principio se quiera obtener por su venta. La ganancia será un porcentaje sobre el coste o sobre el precio del producto y variará según el resto de los condicionantes de la empresa. Deben considerarse también la demanda y la competencia.

Este método requiere un buen análisis de costes, pero no todas las empresas saben qué costes tienen y cómo cambian a medida que aumenta la
producción.

Basado en el comprador. Se toma como referencia la percepción que el comprador tenga del valor del producto. Si la empresa cobra por su producto más de lo que los compradores están dispuestos a pagar por él, venderá menos; y si cobra por debajo de ese valor de referencia, venderá más, pero obtendrá menos ingresos por unidad.

Basado en la competencia. Consiste en estudiar los precios de la competencia. La empresa tiene tres posibilidades: fijar un precio igual al de la competencia, menor o mayor.

Normalmente, las empresas con más cuota de mercado suelen tener precios similares y las pequeñas suelen seguir al líder, variando sus precios cuando lo hace aquel. Este método puede resultar muy útil para las pequeñas empresas.

Tipos de precio

Precio al por mayor: Es el precio al que vende el mayorista.

Precio al por menor: Es el precio al que vende el minorista.

Precio autorizado: Aquel que para modificarse requiere autorización.

Precio de mercado: Aquel que surge de la concurrencia de oferta y demanda.

Precio de referencia: Precio estándar con el que el consumidor compara.

Precio técnico: Aquel que permite recuperar el coste de sustitución del producto más los costes fijos.

Precio negociado: Aquel que surge del pacto entre comprador y vendedor.

Precio de reserva: Precio medio subjetivo que el consumidor está dispuesto a pagar por un determinado producto.

Precio de liquidación: Aquel que se reduce para agotar existencias.