Antecedentes históricos del masaje

La palabra masaje viene del griego “Massein”, que traduce “sobar”.  Masaje es una palabra que se deriva del francés “masaje”, cuya traducción exacta sería “amasamiento”. Pese a su introducción reciente en nuestro vocabulario, el masaje se remonta a muchos siglos atrás. Esta era una actividad natral en los pueblos de oriente. Los antiguos monumentos egipcios que aun se conservan, evidencian la aplicación del amasamiento y la fricción después del baño. En forma independiente se desarrollaron formas de masaje en India, Grecia, Japón, Persia.

En la antigua Grecia fue difundido ampliamente el masaje terapéutico y deportivo bajo el nombre de Opoterapia. Los griegos refinaron la técnica para su uso en occidente, para curar y calmar el dolor. Cleopatra se sumergía en aceites esenciales y recibía masajes. Sus baños eran todo un rito estético y un culto a la belleza. Hipócrates, el padre de la medicina, que vivió entre 460 y 337 a.C., integró el masaje a su programa de tratamiento total.

También Galeno (130 años a.C.), médico principal de la escuela de gladiadores, habló ampliamente sobre el masaje, sobre todo en su libro “Tratado de Higiene” que se refiere exclusivamente al ejercicio del masaje; además, propuso nueve tipos de masaje, deteniéndose en las frotaciones, fricciones y amasamiento.

Al igual que muchas otras expresiones culturales y terapéuticas, el masaje se olvidó en el medioevo durante un largo período. En esa época, sólo los árabes en la Córdoba del Califato lo usaron y comerciaron con aceites esenciales muy apreciados por los pueblos antiguos por sus poderes terapéuticos. Fue en el Renacimiento cuando comenzó a dársele nuevamente valor a esta práctica, en Francia por Jouvere. En el siglo XIX, creció el interés por el masaje terapéutico en Europa, especialmente en Austria, Alemania y Francia. También en otras naciones se investigaban técnicas de masaje terapéutico como en Rusia Zarista.

Poco a poco el masaje se convierte de un medio auxiliar a un método permanente de tratamiento y en todo el mundo se crean instituciones dedicadas a combatir dolencias y traumas psicológicos basándose en el masaje con aceites esenciales y cataplasmas de plantas y arcillas. En la actualidad, el masaje es utilizado ampliamente en tres vertientes: la terapéutica, la estética y la deportiva.  En el campo estético, el masaje tomó gran fuerza al ser utilizado con mucho éxito en Europa, para todo tipo de tratamientos faciales y corporales. Existen actualmente muchas escuelas de masajes, pero algunas se derivan de otras.

Las cuatro principales escuelas son:

1. La Sueca. Se caracteriza por la utilización de amasamientos y fricciones tonificantes, vigorosas, que a menudo son acompañadas con baños de vapor, utilizando pino, eucalipto, niauli, romero.
2. La Francesa. Se caracteriza por la utilización de fricciones y amasamientos muy suaves y lentos, bastante relajantes. También acompañados de baños de vapor con aceites de lavanda, geranio y azahar.
3. La Alemana.  Su método de masaje tiene mucho que ver con su personalidad; sus manipulaciones son vigorosas y secas, movimientos fuertes y rápidos, abarcando amplias zonas corporales.
4. La China. Su método se orienta hacia la acupuntura, empleando presiones en diferentes puntos y meridianos; usan con frecuencia la yema de los dedos, el talón de las manos y hasta los codos; respetando el sentido de la energía, que buscan renovar, purificando plexos y meridianos.

Fuente: Basado en el manual de estética y cosmetología de Nellys Gil de Zalaya