Papel del director escolar

En el contexto educativo contemporáneo se aprecia una tendencia general y creciente a reconocer el carácter profesional especializado de la función del director escolar y la consiguiente necesidad de su profesionalización.

Este reconocimiento ha logrado materializarse, en no pocos países, en acciones ordenadas y concretas, como ocurre con los procesos de acreditación para certificar la idoneidad y el desarrollo profesional de quienes asumen la tarea de dirigir centros escolares.

Aún cuando en algunos países se mantiene la influencia de fuerzas conservadoras y reduccionistas contrarias a la profesionalización, por considerar que esta coarta la participación democrática de los miembros de la comunidad escolar en la dirección de las instituciones educativas, la tendencia progresa con cierta celeridad.

Tal desarrollo progresivo ha estado íntimamente relacionado con los procesos de reformas educativas que en las últimas décadas han estado presentes, prácticamente, en todo el mundo y han sido una regularidad en los países objeto del estudio citado.

La necesidad de la profesionalización está determinada por las mayores atribuciones que los procesos de reforma están transfiriendo a las unidades educativas, tanto en lo curricular, administrativo como financiero.

Formas de dirección 

El estilo de dirección educativa se asocia a mejores relaciones entre docentes y alumnos. Según este informe, en la mayoría de los países prevalecen dos estilos de dirección diferenciados.

Por una parte, la definida como dirección educativa, cuyas acciones están encaminadas a apoyar y mejorar la formación de los profesores, fijar los objetivos del centro y desarrollar el currículo». El otro modelo es el de ladirección administrativa, que se distingue por «gestionar la rendición de cuentas ante las partes interesadas y establecer y manejar los procedimientos administrativos.

¿Qué podemos hacer para mejorar?

El resultado del proyecto se traduce en un completo informe que define las cuatro áreas de acción que pueden ayudar a la práctica del liderazgo escolar a mejorar los resultados escolares:

– Redefinir las responsabilidades del liderazgo escolar: para los investigadores de la OCDE, una de las condiciones necesarias para que los líderes escolares puedan influir en los resultados de los estudiantes y las escuelas es dotarles de un mayor grado de autonomía para tomar decisiones importantes.

Algunos de los aspectos en los que sugieren que debe tomar un papel más activo la dirección son en el apoyo, evaluación y fomento de la calidad docente, la planificación de la formación de los profesionales o la organización del trabajo en equipo.

– Distribuir el liderazgo escolar: si hay mayores responsabilidades, también es necesario que las tareas se distribuyan mediante estructuras en equipo o el apoyo de otros organismos. El informe matiza que el liderazgo eficaz no debe residir en una única persona, el director, sino que debe ser participado por un mayor número de personas implicadas, en función de las características de cada centro particular.

– Adquisición de habilidades: para ejercer su función con eficacia, los líderes escolares necesitan una capacitación específica, que en muchos casos no es adecuada. La OCDE propone a las administraciones la definición de programas de formación, unidos a incentivos que motiven a los directores a invertir tiempo en ellos.

– Profesión más atractiva: para desarrollar un liderazgo viable en el futuro, la OCDE considera que es necesario atraer, reclutar y apoyar a los líderes con mejor rendimiento. Entre las pautas que propone para alcanzar este objetivo, destaca la modificación de los procesos de reclutamiento y selección para atraer a candidatos dinámicos más jóvenes, revisar las remuneraciones y proporcionarles apoyos para su desarrollo profesional.

Fuente: gestiopolis.com y wikipedia.org