Revisión de acciones internacionales para el desarrollo sustentable

A mediados de 1996, cerca de 75 países habían establecido comisiones nacionales de desarrollo sustentable u otros órganos de coordinación. Muchos estaban tratando de obtener apoyo legislativo para sus planes de desarrollo sustentable y la mayoría informaba que era sumamente activa la participación de las ONG.

Posteriormente, la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitó que en 1997 la CDS presentara un informe de los progresos y obstáculos en cada país en la ejecución y cumplimiento de la Agenda 21. La CDS solicitó a los países la información y presentó los resultados en un documento que muestra los avances en temas específicos, incluyendo la ratificación de los principales acuerdos internacionales relacionados con el desarrollo sustentable, la existencia de estructuras para la toma de decisiones e instrumentos, programas, políticas y legislación. La información se agrupó por regiones.

Algunas autoridades gubernamentales realizaron consultas para identificar los obstáculos a la instrumentación de los acuerdos y los avances logrados en su aplicación, además de reconocer las áreas que es necesario reforzar y proponer acciones alternativas.

En estas consultas se reconoció la importancia de promover de nuevo la asociación mundial necesaria para alcanzar el desarrollo sustentable.

También se hizo evidente la necesidad de renovar el compromiso de los gobiernos, las ONG, los representantes de los grupos principales y de la ciudadanía en general, de incorporarse a los esfuerzos dirigidos a este propósito. Uno de los objetivos propuestos como resultado de esta sesión fue la elaboración de un plan de trabajo para continuar la aplicación de los instrumentos emanados de la Cumbre de la Tierra, con una visión prospectiva hacia el siglo XXI.

En la XIX Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS, por sus siglas en inglés), celebrada en junio de 1997 en Nueva York, se evaluaron las respuestas de los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil a los retos planteados y se vieron los adelantos logrados en la aplicación de la Agenda 21.

Las negociaciones llevadas a cabo en el Comité del Pleno, así como en varios grupos ministeriales, produjeron una Declaración de Compromisos y un Programa para la Instrumentación Futura de la Agenda 21.

Algunas de las conclusiones generales y recomendaciones de la XIX Especial fueron:

  1. Reforzar la importancia de la cooperación internacional y refrendar el principio de la responsabilidad común pero diferenciada
  2. Fortalecer los instrumentos de política para ejecutar la Agenda 21, especialmente los de naturaleza transectorial
  3. Insistir en el papel de la CDS como el espacio de convergencia de los asuntos económicos, sociales y ambientales, en el marco de las Naciones Unidas
  4. Reforzar el papel del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como la agencia especializada de la ONU para tratar los asuntos del medio ambiente en todo el mundo;
  5. Reconocer los avances logrados en la CDS y otorgar el apoyo de la UNGASS para el cumplimiento de su programa de trabajo en el curso del próximo quinquenio. En esta Sesión se hizo evidente la polarización entre países desarrollados y países en desarrollo para la aplicación de medidas para el desarrollo sustentable. Se reconoció que era insuficiente el apoyo financiero de los países desarrollados hacia los países con economías en transición y la escasa transferencia de tecnología ecológicamente racional para controlar, revertir en lo posible y prevenir los problemas de deterioro de los recursos naturales y los sistemas ecológicos.

Adicionalmente, se instó a ampliar los espacios de participación de organizaciones independientes, ya que el logro de la sustentabilidad, tanto a escala global como nacional, es corresponsabilidad de los gobiernos y la sociedad.

Se acordó que desde 1998 la revisión anual de la instrumentación se realizaría en forma profunda sólo para un número limitado de temáticas y que los demás asuntos se revisarían en el contexto de su relación con el tema que se discuta. Sólo en el 2002 se volverán a revisar todos los capítulos.

Anualmente se considerarán tres aspectos sustantivos de la Agenda 21: un asunto transversal (en el que incide más de un tema), un tema sectorial y un sector o grupo económico, seleccionado entre los que influyen de manera directa en la transición al desarrollo sustentable. La agenda de trabajo coordinada por la CDS para los próximos años es la siguiente:

Agenda de Trabajo de la CDS