¿Cómo y por qué los recursos naturales están amenazados?

Las causas más obvias de la pérdida de los recursos biológicos son muy claras: los recursos biológicos se degradan y se pierden a través de actividades como tumbar y quemar los bosques en gran escala, sobre cosechar los vegetales y los animales, utilizar indiscriminadamente los pesticidas, el drenaje y el llenado de los humedales, las prácticas de pesca destructiva, la contaminación del aire y la conversión de tierra silvestre para la agricultura y uso urbano.

Cuando el problema de la pérdida de la biodiversidad se define en términos de sus causas inmediatas se deben tomar acciones defensivas: leyes prohibitivas, cierre a los accesos de recursos y declarar áreas protegidas adicionales. Tales acciones son necesarias pero, rara vez, suficientes para cambiar las causas sociales y económicas de las amenazas de la diversidad biológica.

Los arreglos inapropiados sobre la tenencia de la tierra desaniman a la gente del pueblo para hacer inversiones que permitan el uso sostenible de los recursos biológicos disponibles.

Sin embargo, cuando se define el problema en términos de sus causas reales se estimula una respuesta más constructiva dirigida a los fundamentos sociales y económicos de la disminución de los recursos, por lo que, se necesitan abordar seis principales obstáculos para conservar la diversidad biológica de acuerdo a McNeely y col. (1990):

a) En los objetivos del desarrollo nacional se les da insuficiente valor a los recursos biológicos.
b) Los recursos biológicos que se explotan rinden grandes ganancias a los negociantes y fabricantes (que pueden externar los costos ambientales), pero no a la gente local que tiene pocos recursos para subsistir y que deben pagar los costos ambientales de la sobreexplotación.
c) Las especies y los ecosistemas, de los cuales dependen la sobrevivencia de la gente, todavía son escasamente conocidos.
d) Los conocimientos científicos disponibles no están suficientemente aplicados a resolver los problemas del manejo de los recursos.
e) Las actividades de conservación de la mayoría de las organizaciones son demasiado limitadas.
f) Las instituciones a las que se les da la responsabilidad para conservar la biodiversidad no han tenido suficientes recursos financieros y organizacionales para llevar a cabo su tarea.