Drenaje linfático del miembro superior

Todos los vasos linfáticos de la extremidad superior drenan en los nódulos linfáticos axilares, los cuales además reciben el drenaje de una extensa área del tronco adyacente, que incluye las regiones de la zona superior de espalda y hombro, la zona inferior del cuello, pared torácica anterior, y la zona superior anterolateral de la pared abdominal, así como el 75% de la glándula mamaria.

Clasificamos los nódulos axilares en los siguientes grupos:

Nódulos humerales (laterales). Son posteromediales a al vena axilar y reciben la mayor parte del drenaje del miembro superior.

Nódulos pectorales (anteriores). Se sitúan a lo largo del borde inferior del pectoral menor, y siguen el recorrido de los vasos torácicos laterales. Drenan a los vasos linfáticos de espalda, hombro y cuello.

Nódulos subescapulares (posteriores). Se sitúan en la pared axilar posterior, y se relacionan con los vasos subescapulares. Drenan la pared axilar posterior y reciben los vasos linfáticos de espalda, hombro y cuello.

Nódulos centrales. Se encuentran incluidos en la grasa axilar, y reciben el drenaje de las tres clases de nódulos anteriores.

Nódulos apicales. Constituyen el grupo más superior de nódulos axilares y drenan todos los otros nódulos de la región. Además reciben nódulos linfáticos que acompañan a la vena cefálica y los que drenan la parte superior de la glándula mamaria.

Los vasos eferentes apicales convergen para formar el tronco subclavio que se une al sistema venoso en la unión entre la vena subclavia derecha y la vena yugular interna derecha en el cuello. En la izquierda el tronco subclavio se une al conducto torácico en la base del cuello.