Efectos y soluciones frente a la contaminación lumínica

Los efectos que la contaminación lumínica puede provocar son:

Económicos, puesto que genera un sobreconsumo energético y un elevado gasto.

Ecológicos, ya que afecta a la fauna y flora nocturna (plancton, aves, murciélagos, anfibios, peces, insectos, plantas…), alterando sus ciclos vitales (dependen del ciclo natural día-noche), provocando desorientación y dificultando las migraciones, impidiendo la polinización de ciertas plantas y alterando con ello las cadenas tróficas.

Sanitarios, al provocar en el ser humano dificultades de visión, alteraciones en el sueño, fatiga…

Científicos y culturales, al dificultar la observación del cielo nocturno (las estrellas), lo que supone una pérdida científica, cultural y paisajística importante.

Entre las soluciones que se pueden aplicar para su reducción, cabe mencionar: mejorar la calidad de la iluminación ambiental manteniendo su encendido solamente cuando sea necesario (apagado de iluminación ornamental y de exteriores a partir de ciertas horas) y con una intensidad moderada; utilizar lámparas de bajo consumo y bien orientadas (dirigidas hacia el suelo y no hacia el cielo, con pantallas paralelas a la horizontal del suelo); ordenanzas y reglamentación; campañas de información y educación ambiental.