Síndrome de dependencia de opiáceos

La dependencia de opioides incluye signos y síntomas que reflejan la administración compulsiva y prolongada con fines no médicos o, en el caso de una enfermedad que requiere tratamiento con opioides, éstos se utilizan a dosis mayores o durante un tiempo más prolongado del necesario o prescrito.

El objetivo que se persigue con el tratamiento de la dependencia de los opioides no es solamente la interrupción del consumo, sino también reducir la frecuencia de morbilidad y mortalidad asociadas, mejorar el estado de salud y la calidad de vida, y disminuir el uso de inyecciones intravenosas, así como disminuir las conductas de riesgo.

Para el manejo de la abstinencia y la dependencia de la heroína y otros opioides, se maneja:

  1. El tratamiento con agonistas puros como la metadona;
  2. El tratamiento con agonistas parciales, como la buprenorfina;
  3. El tratamiento con antagonistas, como naloxona y naltrexona, y
  4. El uso de medicamentos sintomáticos, como la clonidina.

Con cierta frecuencia se utilizan una o más alternativas terapéuticas con el fin de mejorar sus resultados clínicos, como la inclusión de componentes psicosociales, cognitivo-conductuales y psicoeducativos, orientados a que el paciente se responsabilice de su salud y su tratamiento, de modificar sus estilos de vida, de sus obligaciones familiares y, en consecuencia, de crear un nuevo medio que le permita participar activamente en el logro de la reinserción social. El manejo de la intervención se proporcionará en el segundo nivel de atención por personal de salud médicas(os), enfermeras(os) y Personal auxiliar: psicólogas(os) y trabajadores sociales.

Es posible que se detecten otros problemas de salud más allá del consumo de la o las sustancias psicoactivas. En estos casos es pertinente referir a los usuarios a otros establecimientos, como los centros de salud para una atención médica general, o incluso a una UNEME de salud mental o alguna unidad que atienda problemas de violencia intrafamiliar, según sea el caso.

En muchas ocasiones, posiblemente entre la mitad y la mayoría de ellas puede existir simultáneamente un trastorno psiquiátrico, como el más frecuentes: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), Trastorno Depresivo Mayor, Trastorno de Ansiedad Generalizada, Trastorno de Pánico, trastornos psicóticos primarios como la Esquizofrenia y secundarios al consumo de las sustancias psicoactivas.

El manejo intrahospitalario es a base de medidas generales de sostén y estabilización cardiorrespiratoria, control de las crisis convulsivas y el cuadro de delirium.

En algunos casos se requiere manejo en terapia intensiva, principalmente para monitorización cardiovascular. La estancia es variable, dependiendo de la severidad del cuadro, posible presencia de comorbilidad y posibles complicaciones.

Medicamentos

síndrome de dependencia de opiáceos

Auxiliares de diagnóstico

  • Análisis de orina para detección de opioides y otras drogas de abuso.
  • Pruebas de funcionamiento hepático.
  • Electrocardiograma.
  • Rayos X: telerradiografía simple de tórax y simple de abdomen.

Fuente: Catálogo universal de servicios de salud (CAUSES) 2012