Limpieza ultrasónica

Las ondas ultrasónicas son ondas sonoras de frecuencia superior a la que puede detectar el oído humano, es decir, frecuencias superiores a los 16 KHz. El tratamiento de un fluido por ondas ultrasónicas de frecuencias entre 20 y 100 KHz produce una presión rápidamente alternante en la parte del fluido por donde pasa la onda, dando lugar a una formación y desintegración rápida de burbujas en el fluido, obteniéndose como resultado un desprendimiento de energía en el sistema que causa la agitación violenta de las partículas sumergidas en el fluido.

Esta propiedad de las ondas se usa para ablandar los contaminantes, como por ejemplo arena en legumbres, grasa o cera en las frutas y suciedad en los huevos. Una vez rota la adherencia del contaminante al producto, ésta se elimina por los métodos tradicionales.

La limpieza ultrasónica, utilizando agua o soluciones detergentes, encuentra amplias aplicaciones en la industria en general, pero su utilización en la industria de alimentos parece estar limitada, por el momento, a desarrollos experimentales.

Fuente: Apuntes de Industrialización de frutas y hortalizas de la UNIDEG