Tipos de iluminación por su dirección

Entender la luz y ver como puede transformar una escena en una imagen mágica es una de las habilidades fundamentales que debe poseer un buen fotógrafo. Las fuentes de iluminación, en estudio y exteriores, pueden variar enormemente, y cada una tiene un efecto diferente sobre la imagen. Los tipos de iluminación pueden catalogarse en tres grandes grupos para facilitar su aprendizaje, aunque pueden combinarse entre ellos para aprovechar parte de las ventajas de cada uno.

Se suele decir que el fotógrafo debe tener siempre el sol a su espalda, lo cual es un buen consejo en la mayoría de las situaciones. Con luz frontal se consiguen sombras mínimas y la escena resulta iluminada uniformemente, lo que causa pocos problemas de contraste y exposición. Un beneficio pictórico derivado de este tipo de iluminación es que los colores se ven vivos y saturados. Sin embargo, debido a la falta de sombras, la información sobre el volumen, la forma o la textura es exigua, y el sujeto puede parecer plano, bidimensional.

Sin embargo, si la fuente principal de iluminación se encuentra a un lado del sujeto, algunas superficies estarán bien iluminadas, mientras que otras quedaran en sombra. Este contraste es lo que hace interesante la iluminación lateral para el fotógrafo.

Mientras que la luz frontal ilumina uniformemente, toda la escena y el contraluz deja el sujeto en sombra, la luz lateral añade un interés inmediato a la imagen. Las sombras proporcionan información sobre el volumen del sujeto y acentúan la textura de sus superficies. Este tipo de iluminación funciona particularmente bien con sujetos simples, ya que en escenas complicadas las sombras tienden a ocultar los detalles. La iluminación a contraluz reduce el sujeto a una masa de sombras. El elevado contraste puede ocasionar problemas de exposición, lo que da como resultado un sujeto silueteado o un fondo demasiado claro.

La luz de contorno es un tipo especial de contraluz. Si la fuente de luz se encuentra detrás del sujeto, su entorno se ilumina creando una corona de luz o halo. Para que este efecto se perciba, la superficie del motivo tiene que ser brillante o estar cubierta de pelo o piel. El efecto es mayor con fondos oscuros. Como el contraluz muestra pocos detalles, es mejor combinarlo con luz lateral o frontal.

Fuente: Apuntes Laboratorio Fotografía en Blanco y Negro de la U de Londres