Procesado de la película en B y N

Al tomar una foto, la luz que se refleja de la escena cae sobre la película y forma una imagen latente. Esta imagen es invisible. Ahora necesitamos algo que convierta la imagen latente en algo que podamos ver y usar. Ésa es la función del revelador.

La película está llena de partículas diminutas de holuros de plata sensibles a la luz. Las partículas que han sido tocadas por la luz se vuelven negras al sumergirlas en el revelador. Después del proceso, todas las partes iluminadas de la escena se vuelven oscuras y las partes oscuras se vuelven claras, presentando una versión negativa de la escena original.

Solo necesitará brevemente un cuarto oscuro para el procesamiento de la película. Cualquier habitación que pueda oscurecer por completo servirá. Puede usar un guardarropa, el sótano o la cocina de su casa.

Debe cargar la película en el tanque para el procesamiento, en oscuridad completa. Los otros pasos pueden realizarse bajo iluminación normal de la habitación. Le presentamos una buena prueba para garantizar que la habitación tiene la oscuridad necesaria. Siéntese en el interior del lugar que piensa usar como cuarto oscuro durante cinco minutos con las luces apagadas. Si después de cinco minutos no logra distinguir una hoja de papel blanca con el fondo negro, la habitación ha pasado la inspección. Si hay fuga de luz, cúbralas con una tela gruesa o con cinta adhesiva opaca. Use un tapete para cubrir el espacio bajo la puerta.

Mezcle sus productos químicos con agua a la temperatura indicada en las instrucciones del producto. Enjuague la probeta para medir entre usos, para no contaminar una solución con otra. Procese un rollo y estudie los resultados antes de trabajar los demás.

El resultado de este esfuerzo de revelado debe ser un negativo utilizable si expuso la película correctamente. Pronto aprenderá a distinguir la apariencia de un negativo bien expuesto y revelado. Tendrá un detalle considerable, hasta en las porciones más claras u oscuras. No todo es claridad u oscuridad.

Trate de evaluar sus propios negativos. Una falta común es el revelado excesivo que produce negativos oscuros y densos. Cuando usted toma una foto, la luz reflejada de la escena cae sobre la película y forma una imagen latente. Esta imagen es invisible. Se hace visible al procesarla en productos químicos especiales.

La película esta llena de partículas diminutas de holuros de plata. Las partículas que han sido tocadas por la luz se vuelven negras al ser procesadas en el primer químico: el revelador.

Las partículas que no han sido tocadas por la luz no cambiaran en el revelador. Los granos de plata no expuestos se vuelven solubles más adelante mediante un paso del proceso llamado fijado y son eliminados al lavar la película.

Las partículas restantes de plata metálica negra han formado una imagen visible, llamada negativa, en la que los tonos originales están invertidos. Las partes claras de la escena están obscuras y las partes oscuras están claras.

La forma científica para evitar la sobreexposición y la subexposición se logra mediante el uso del enfoque tiempo – temperatura. Revele el tiempo indicado a la temperatura recomendada y le será fácil obtener buenos negativos. Estas recomendaciones se presentan a continuación, y algunas se incluyen en las instrucciones de la mayoría de las películas en blanco y negro.

La temperatura recomendada para la mayoría de los reveladores para películas en blanco y negro es de 68°F (20°C). Para el nuevo revelador Kodak T-MAX, la recomendación de temperatura es de 75°F (24°C). Es posible que por algún motivo no le sea posible ajustar sus soluciones a esas temperaturas. Cuanto más calientes estén las soluciones, el revelado deberá ser más breve que el acostumbrado, ya que las reacciones químicas son más rápidas a mayores temperaturas. De igual manera, si las soluciones están más frías, deberá usar un tiempo de revelado más largo.

Fuente: Apuntes Laboratorio Fotografía en Blanco y Negro de la U de Londres