Pensar icónicamente

Para muchas agencias, clientes y estudiantes de publicidad, Apple es la referencia del marketing. Esto se debe a que, cuando se dirige a sus clientes, cumple a rajatabla los principios de la simplicidad.

La compañía tiene una formula propia para los anuncios que no siempre incluye mostrar el producto. Lo que Apple ha sido capaz de hacer en momentos clave de su historia ha sido crear una imagen que ha acabado convirtiéndose en un icono de su producto o línea de productos.

Los anuncios del iPod son un ejemplo interesante de que Apple no quiere mostrar su producto, sino crear imágenes icónicas infinitamente más efectivas. Susan Alinsangan, directora artística de Chiat, fue la responsable de diseñar los anuncios del iPod de las siluetas. En la campaña aparecían personas bailando, pero el anuncio estaba hecho de tal forma que solo se veían las siluetas de las personas en dos dimensiones, bailando sobre fondos de colores brillantes. No aparecía ninguna foto del producto, solamente la silueta del iPod en color blanco y sus icónicos auriculares.

Este anuncio se convirtió en la imagen oficial de la publicidad del iPod y apareció no solo en televisión, sino también en el medio favorito de Apple, la publicidad exterior. Durante años, carteleras y autobuses de todo Estados Unidos se llenaron de los anuncios de las siluetas del iPod que, al tener unos colores tan intensos, resultaban muy espectaculares cuando se iluminaban por la noche y eran visibles desde metros de distancia.

La imagen icónica de estos anuncios resultaba inmediatamente reconocible por todos los que de una forma u otra tenían algo que ver con el marketing. Como el iPod era para escuchar música y divertirse, los anuncios transmitían el mensaje de que una persona estaba encantada con su iPod sin necesidad de mostrar quién era esa persona. Eran unos anuncios increíblemente humanos, a pesar de que no aparecía ni un solo rostro.

Fuente: Libro Increíblemente simple por Ken Segall