Un punto particular: el peligro fecal

La exposición al aire libre de las materias fecales o de orina infectada, asociados a los factores de transmisión, tiene como consecuencia un conjunto de enfermedades cuyo impacto es considerable en países en desarrollo.

Estas enfermedades son causadas por la ingestión de alimentos o de agua contaminada por heces, manos sucias o por recipientes contaminados o mal protegidos.

Este tipo de contaminación es muy frecuente en los países en desarrollo, debido a que es causada por la falta o inexistencia de infraestructura de descontaminación adecuada para la eliminación de materias fecales y de orina (letrinas adaptadas).

La composición de las materias fecales

Las materias fecales o excrementos son desechos de la digestión. Se componen de elementos no digestibles producidos por los alimentos, los microorganismos y las secreciones digestivas provenientes del tubo digestivo.

En conjunto «aparato digestivo + materias fecales» reúne todas las condiciones esenciales para el desarrollo y la multiplicación de los microbios (calor, humedad, nutrientes).

Los excrementos de individuos que sufren de ciertas enfermedades (disentería, diarrea) contienen concentraciones muy elevadas de microbios y de parásitos dañinos (amibas, tenia, áscaris).

Las bacterias normales del tubo digestivo del hombre pueden ocasionarles inconvenientes a los consumidores.

Este es el caso de Escherichia Coli que es un comensal normal (vive en simbiosis) en el intestino del hombre y de los animales.

Sin embargo, ciertas cepas de Escherichia Coli son patógenas y pueden provocar problemas más o menos graves, hasta gastroenteritis (diarreas, vómitos, dolores abdominales) graves en los niños.

Los alimentos que se contaminan más frecuentemente son la mantequilla, el yogur, los quesos, la leche, los pescados, el agua, las verduras y las carnes.

Las vías de contaminación son muchas, por ejemplo, por el material (en el matadero en el momento de la degollación y evisceración) por el agua (descarga de pozos de ventilación y de excrementos), por las tablas de madera, las manos y la ropa.

¿Cómo nos pueden transmitir enfermedades las materias fecales?

Las materias fecales son una de las principales fuentes de contaminación del agua, de los alimentos y del subsuelo.

La contaminación se puede producir en o cerca de las viviendas, por ejemplo, en caso de que se defeque en el suelo o en la proximidad de cultivos de víveres, e incluso cuando las letrinas se encuentran cerca de los pozos o están mal mantenidas.

El fango insalubre resulta del desborde de letrinas, lo que expone directamente a los alimentos y a la población a la contaminación por microorganismos, gusanos parasitarios y otros elementos dañinos, lo que favorece la multiplicación de las moscas.

La contaminación se puede producir también por medios menos directos: cuando los excrementos no tratados penetran en las fuentes de agua y además a la cadena alimentaria, lo que permite la transmisión de gérmenes a la población que vive a una cierta distancia del lugar en donde comenzó la contaminación.

Las enfermedades transmitidas a través de materias fecales son, en su mayoría, enfermedades diarreicas.

Éstas pueden ser de origen infeccioso o parasitario, y representan un grave problema de salud pública en zonas tropicales, donde constituyen una de las principales causas de mortalidad y morbilidad.

Lucha contra el peligro fecal

La lucha contra el peligro fecal debe ser preventiva. Las medidas para combatirlo deben establecer barreras sanitarias eficaces entre los excrementos, vehículos de microbios y enfermedades, y el hombre.

Las únicas instalaciones verdaderamente seguras para ir al baño son las letrinas resguardadas y construidas de forma conveniente, en ellas la evacuación no contamina el ambiente ni las aguas.

Para hacer esto, las letrinas siempre deben estar situadas lejos (15 metros por lo menos) de las viviendas y de las fuentes de agua (pozos, ríos, etc.).

Fuente: Buenas prácticas de higiene en la preparación y venta de los alimentos en la vía pública en américa latina y el caribe, FAO