Hacer frente a las diferencias de poder

A veces uno o dos miembros de la AGPA tienen mucho más poder que los otros miembros, como por ejemplo en los casos siguientes:

– Cuando un miembro tiene un nivel de ingresos o un prestigio personal mayores que los de los otros;
– Cuando el/la Presidente/a de la asociación llega a concentrar en sus manos demasiado poder;
– Cuando el/la Tesorero/a de la AGPA es el único miembro alfabetizado y la única persona que conoce a fondo la situación financiera del grupo.

Cuando las diferencias son muy marcadas, es difícil para la AGPA adoptar decisiones democráticas. Es posible que los miembros de mayor peso influyan demasiado en las decisiones de la AGPA o intimiden a los que sienten inferiores.

Las diferencias de poder también pueden llevar a que se tomen decisiones erróneas, dado que los miembros menos pudientes pueden estar poco dispuestos a plantear cuestiones importantes o a hacer sugerencias por miedo a las reacciones de los más influyentes.

Es por esto que normalmente conviene establecer una AGPA que esté constituida por grupos cuyos miembros individuales tengan intereses similares y un nivel aproximadamente igual de ingresos y condición social.

Sin embargo, diferencias de poder peligrosas pueden surgir también cuando la asociación ya se ha establecido. En este caso es posible que el miembro más poderoso se haga cargo de demasiadas responsabilidades de la asociación.

Para solucionar este problema, el/la PI y los miembros deben alentar al/la líder a distribuir las tareas de manera más equilibrada. A veces puede ser que también el miembro más influyente quiera de hecho un cambio de este tipo pero no confíe en que los demás miembros hagan su parte de trabajo.

Con frecuencia la mejor solución consiste en redistribuir todas las tareas de la AGPA una a la vez, recuperando lentamente la confianza y estableciendo nuevos hábitos intergrupales.

El/La PI también puede ayudar a los miembros de la asociación a entender la diferencia entre criticar a una persona y criticar sus ideas, y explicarles en qué modo una crítica dirigida a la persona es muy diferente de una crítica constructiva de las ideas de una persona.

Cada miembro de la AGPA, desde el más poderoso hasta el menos influyente, deben estar dispuestos a dejar que los otros estén en desacuerdo con la información y las sugerencias que ellos facilitan durante las reuniones.

Fuente: Guía para el desarrollo de asociaciones intergrupales de la FAO