Reuniones largas

Uno de los principales problemas es la duración de las reuniones. Cuando una reunión dura demasiado los miembros se sienten frustrados e impacientes y están demasiado cansados o distraídos para concentrarse en la reunión.

Si las reuniones son siempre excesivamente largas, es posible que los miembros empiecen a llegar tarde o ni siquiera participen.

Por esto, reuniones largas pueden reducir la productividad de la AGPA al retrasar la toma de decisiones o al llevar a que se tomen decisiones desacertadas. Una reunión demasiado larga también puede llevar a que la AGPA sea menos democrática dado que los miembros que tienen más resistencia pueden llegar a dominar a los que se cansan antes.

Hay muchos métodos para mantener las reuniones dentro de límites temporales aceptables, entre los cuales los siguientes:

– Mantener la reunión centrada en el tema por tratar. El/La Presidente/a de la AGPA debe alentar a los miembros a ajustarse rigurosamente a los temas del programa. Por ejemplo, es posible que tenga que interrumpir a un miembro que hable demasiado o que se desvíe de la cuestión.

La AGPA podrá nombrar asimismo a un/a moderador/a diferente para cada reunión, de modo que los miembros adquieran experiencia y tomen conciencia de la importancia de aclararse las ideas antes de las reuniones, de hablar sólo cuando sea necesario, de escuchar con atención a los demás, y de reflexionar bien antes de tomar una decisión.

Fijar un plazo límite para clausurar la reunión. A menudo es conveniente acordar de antemano el momento exacto de clausura de la reunión y permitir que no se prolongue nunca por más de algunos minutos con respecto al plazo establecido.

De esta manera los grupos asociados podrán confiar en que su reunión terminará a la hora establecida. Si los participantes no consiguen examinar todos los temas del programa, se darán cuenta de que es importante que en las reuniones futuras sean más eficientes.

Limitar el número de los temas del programa. La AGPA puede acortar la duración de sus reuniones limitando el número de temas del programa. El tiempo para reunirse es precioso y los grupos deben utilizarlo sólo para lo que debe hacerse junto con los demás en el ámbito de un grupo reunido o una asamblea.

En general, las reuniones deben convocarse solamente para fortalecer la cohesión del grupo, compartir informaciones e ideas importantes, y tomar decisiones que afecten al grupo. Todo lo que pueda hacerse fuera de las reuniones deberá hacerse en otro contexto.

Fijar un límite para cada tema del programa. Para los grupos podría resultar útil, además, que se limite el tiempo a disposición para debatir cada tema incluido en el programa de la reunión.

De no ser así, es posible que el grupo emplee todo el tiempo a disposición para examinar solamente los primeros temas. El hecho de fijar límites temporales para cada tema también ayuda al/la promotor/a a llevar adelante la reunión a través de todo el programa previsto.

Fuente: Guía para el desarrollo de asociaciones intergrupales de la FAO