Habilidades del reportero de fuente

Cualquiera que sea la fuente elegida o asignada que un periodista debe cubrir, una habilidad básica es esencial: la capacidad de entender a las instituciones más importantes de su fuente.

Averiguar cómo funciona el sistema requiere tiempo y esfuerzo, pero permite escribir historias que los reporteros de otro tipo no pueden igualar.

Eric Nalder, el reportero que descubrió la noticia de las balsas salvavidas comentada las siguientes preguntas para empezar a reconocer el terreno en una fuente asignada:

– ¿Quiénes son los protagonistas?
– ¿Quién está al mando?
– ¿Quiénes son los reguladores?
– ¿Cuáles son las reglas?
– ¿Cómo se hacen las cosas?
– ¿Dónde se registran los errores?
– ¿Dónde se registran los gastos?
– ¿Quién conoce la verdadera historia y cómo puedo obtenerla?

Para responder estas preguntas, el reportero tiene que estudiar mucho y “recorrer la ruta”. Lea todo lo que pueda sobre el tema, consiga los programas y agendas de las reuniones por realizar, suscríbase a publicaciones especializadas y lo más importante: “entre en acción”.

El reportero de fuente no puede depender sólo del teléfono: tiene que dedicar tiempo a conocer su territorio, a reunirse con los personajes y hablar con ellos.

“Nadie ha conseguido jamás una noticia quedándose sentado en la sala de redacción”, dice el veterano periodista estadounidense Mike Mather, reportero de investigación de la WTKR-TV en Norfolk, Virginia.

Hay que hacer una lista de informantes que incluya la mayor cantidad posible de datos sobre todos los contactos que podamos hallar, y mantenernos en comunicación con ellos mediante “verificaciones” regulares de la ruta. Además

de cubrir lo relativo a los protagonistas clave de la fuente, un buen reportero de fuente observa también la forma en que los actos de aquéllos afectan a la gente de la comunidad.

El reportero de fuente requiere grandes habilidades personales y de organización. Para eso requiere un sistema fiable y portátil que le permita introducir y recuperar información de sus contactos, sobre todo números telefónicos y direcciones de correo electrónico.

Implica también tener un archivo de ideas para historias futuras y listas de actividades diarias para su seguimiento. Hoy es común que los reporteros guarden esa información en sus computadoras, usando programas que facilitan la búsqueda de personas y fechas.

Pero como también necesitan esos datos cuando no están en la oficina, acostumbran llevar documentos impresos, una computadora portátil o esos útiles dispositivos manuales que permiten el acceso remoto a la Internet, es decir, un asistente digital personal (PDA).

Como la tecnología también puede fallar, es importante que hagan a menudo copias de respaldo de la información.

Fuente: Manual de periodismo independiente de Deborah Potter