El papel del editor

La oferta de trabajo publicada en fecha reciente para ocupar una plaza de editor en un pequeño periódico decía: Se busca una persona que tenga mucha destreza en redacción, edición y maquetación (layout).

Se requiere precisión, responsabilidad, capacidad de trabajar bien en equipo y poseer aptitudes para la supervisión.

Una estación de televisión grande que buscaba un nuevo productor requería juicio experto en materia de noticias, y habilidades superiores de redacción.

Debe tener habilidades de dirección, capacidad para atender múltiples tareas y buenas dotes de organización”.
Por lo visto, los editores tienen que ser periodistas competentes y líderes en la sala de redacción.

Se involucran en el proceso noticioso de principio a fin. Los editores deben tener buen juicio en materia de noticias porque actúan como gerentes de asignaciones, responsables de decidir qué historias serán cubiertas y quién se encargará de hacerlo.

Deben ser buenos escritores para ayudar a dar forma a la historia a medida que se desarrolla, discutirla con los reporteros de la fuente y decidir adónde conviene enviar más personal para cubrir otros ángulos.

Los editores participan directamente en las decisiones sobre la presentación de la historia, escriben o seleccionan los titulares, los pies, las fotos y las ilustraciones. Además deben guiar y motivar a los empleados que están a su cargo.

Los editores y los productores trabajan de cerca con los reporteros para discutir y revisar las historias. Los editores de periódicos revisan los textos, eligen ilustraciones –ya sea gráficos o fotos– y deciden la distribución de la historia en la página y su titular.

En la mayoría de las salas de redacción de los medios electrónicos, los reporteros no graban sus guiones ni arman sus historias sino hasta que un productor aprueba el contenido.

Los productores deciden también en qué orden se presentarán las historias en el noticiario y la cantidad de tiempo que se dedicará a cada una.

Fuente: Manual de periodismo independiente de Deborah Potter