Atribución

Una diferencia clave entre una historia de noticias y un editorial o una columna de opinión es el uso de la atribución. La atribución responde a la pregunta “¿quién lo dice?”.

En ella se identifica la fuente de la información presentada, sobre todo si las declaraciones son controvertidas o la información es cuestionable.

La atribución puede ser explícita o implícita. He aquí un ejemplo de atribución explícita o directa: “El hombre fue arrestado y acusado de homicidio, dijo el sargento de policía Antonio Costa”.

Si la frase fuera reescrita para presentar una atribución implícita o indirecta, quedaría algo así: “La policía arrestó al hombre y lo acusó de homicidio”. En los dos casos, la audiencia puede saber que la fuente de la información es la policía.

Uno de los principales propósitos de la información sobre atribuciones, en la mayoría de las historias de noticias, es que los lectores, escuchas y espectadores puedan decidir por sí mismos si las creerán o no.

Otra razón para usar atribuciones es asignar la responsabilidad de una declaración controvertida a quien corresponda, aclarando que esa persona fue quien lo dijo, no el reportero ni la organización de noticias.

Sin embargo, no toda la información que se presenta en una historia de noticias necesita una atribución. Si se nombrara la fuente de cada elemento de información, las historias serían casi incomprensibles. La información que un reportero observa directamente puede exponerla sin atribución alguna.

Por ejemplo, para decir que un equipo de fútbol ganó un partido, el reportero no necesita atribuir su afirmación pues el resultado final no está en duda.

En cambio, la noticia de que un candidato ganó un debate político debe tener atribución pues de lo contrario el periodista cruzaría el límite entre informar los hechos y dar su opinión.

Fuente: Manual de periodismo independiente de Deborah Potter