El papel del periodista

La verdad es que en un mundo complejo donde la información ya no es un producto escaso, el papel del periodista se ha vuelto más importante que nunca.

A diferencia de un propagandista o un divulgador de chismes, el periodista selecciona sus noticias entre la información disponible y determina en qué medida son valiosas y fiables, antes de darlas a conocer al público.

El periodista no sólo tiene que recopilar la información que necesita para narrar la historia, sino también verificar esa información antes de usarla.

Confía lo más posible en sus observaciones de primera mano y consulta muchas fuentes para cerciorarse de que la información recabada sea digna de confianza. Sólo en raras ocasiones identifica sus fuentes de información para que la audiencia pueda evaluar su credibilidad.

Pero el periodismo es algo más que la simple publicación de información a partir de los hechos. También la propaganda se puede basar en hechos, pero éstos son presentados en forma calculada para influir en la opinión de la gente.

Como ya dijimos, los profesionales de las relaciones públicas también usan hechos, pero sólo muestran un lado de la historia. En cambio, el periodista se esfuerza por ser imparcial y presentar el cuadro completo.

Una diferencia más entre el periodismo y otras formas de información es que los periodistas se esfuerzan por ser independientes con respecto a las personas cuyas actividades reseñan. En cambio, un periodista tratará de presentar el panorama completo, aunque no sea del todo favorable a la organización.

El periodista no es una simple correa de transmisión de sus propias opiniones o de la información que otros le proporcionan; realiza reportajes originales, no confunde los hechos con las opiniones o los rumores y sus decisiones editoriales son acertadas.

A diferencia de otros proveedores de información, el periodista debe ser leal ante todo con el público. Para mantener la integridad, los periodistas se esfuerzan por evitar los conflictos de interés, reales o aparentes.

Fuente: Manual de periodismo independiente de Deborah Potter