Las lógicas en uso: el caso de la investigación sobre la relación entre juego y enseñanza

La existencia de diversos enfoques alternativos no hace más que enfatizar la autonomía del investigador y la racionalidad del proceder científico a la hora de plantear la orientación metodológica que mejor resuelva los problemas planteados.

La bondad de un enfoque o una lógica resulta de la posibilidad de articulación entre los procedimientos metodológicos y el contexto teórico que subyace en la definición del problema. En estos continuos epistemológicos, se apoya la triangulación en tanto combinación de metodologías en el estudio de un fenómeno (Jick, 1979; Cohen y Manion, 1990).

El oficio del investigador es el que entra en juego a la hora de definir qué perspectiva responde mejor a los problemas que pretende estudiar.

El desarrollo de metodologías de investigación adecuadas al objeto de estudio obliga al investigador a repensar los fundamentos de su trabajo y construir los procedimientos metodológicos que le permitan responder a sus preguntas.

Esta posición pragmática o de “lógica en uso” es la que define el estilo cognoscitivo del investigador (Gibaja, 1988: 91) y se diferencia de las “lógicas reconstruidas” propias de los modelos idealizados presentes en los textos de metodología.

La idea matriz que atraviesa la investigación establece el carácter contextualizado del estudio del fenómeno y el predominio del análisis cualitativo de modo tal que, aún los resultados de la aplicación de métodos que suponen cierta manipulación del objeto, son analizados en el contexto cualitativamente.

De esta manera, se complementan los modos de operar propios de la etnografía con experimentos de tipo informal (situaciones inducidas en las que el entorno es deliberadamente manipulado) con el objeto de construir datos especiales para la reconstrucción del fenómeno estudiado.

A partir del análisis de los datos, en la presentación de los resultados, suelo incluir la producción de metáforas y analogías. Por lo significativo de este tipo de conceptos, me gustaría detenerme en las ventajas que conlleva su utilización en la investigación.

“Las investigaciones didácticas, tal como las planteamos, reconocen su carácter explicativo, se inscriben en los contextos de práctica en las que se llevan a cabo y adquieren sentido didáctico en tanto se reconocen entramadas por categorías históricas, sociales y políticas en relación con los fines de la enseñanza” (Litwin, 1998: 155).

De este modo, avanzamos en el desarrollo de nuevas perspectivas de análisis que, ayudando a reconstruir las prácticas, generan mirad as en torno a su mej oramiento en relación con la profesión docente (Litwin, 1998: 165). Fuente: Libro de grandes temas para los más pequeños de la OMEP