Énfasis en el logro de los aprendizajes esperados y estándares curriculares y en el desarrollo de competencias

La educación básica promueve el desarrollo de competencias, el logro de estándares curriculares y de aprendizajes esperados, porque a través de ello se proveerán a los niños de las herramientas necesarias para la aplicación eficiente de todas las formas de conocimientos adquiridos, con la intención de que respondan a las demandas actuales y en diferentes contextos.

La competencia se define como “la capacidad de responder a diferentes situaciones e implica un saber hace (habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias de ese hacer (valores y actitudes)”.

Las competencias movilizan y dirigen todos los componentes hacia la consecución de objetivos concretos; son más que el saber, el saber hacer o el saber ser. Las competencias se manifiestan en la acción de manera integrada. Poseer sólo conocimientos o habilidades no significa ser competente: se pueden conocer las reglas gramaticales, pero ser incapaz de redactar una carta; se pueden enumerar los derechos humanos y, sin embargo, discriminar a las personas con alguna discapacidad.

Es necesario puntualizar que las competencias no se enseñan ni se adquieren al concluir la educación básica, se desarrollan a lo largo de la vida de cada individuo y los logros en su dominio variarán en cada uno. Las competencias que se enunciarán a continuación se promoverán en los cuatro períodos escolares de la educación básica, a través de ambientes y situaciones de aprendizaje significativas, en las que los niños desarrollen sus saberes y sean capaces de resolver problemas en diversos ámbitos, dentro y fuera de la escuela.

Bajo esta perspectiva se pretende romper con la rigidez de modelos de enseñanza tradicional, pues se considera a cada niño como un sujeto activo en la construcción de sus aprendizajes. En este sentido, los logros que adquieran los niños en relación con los aprendizajes esperados y estándares curriculares, evidenciarán en forma concreta los avances alcanzados en el desarrollo de las competencias para la vida. Los que tendrán continuidad en forma más compleja en los subsecuentes periodos escolares.

– Competencias para el aprendizaje permanente.
– Competencias para el manejo de la información.
– Competencias para el manejo de situaciones.
– Competencias para la convivencia.
– Competencias para la vida en sociedad.

Los aprendizajes esperados son enunciados que definen lo que se espera que los niños aprendan en términos de saber, saber hacer y saber ser. Expresan Gradualmente el progreso de los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores que los alumnos deben alcanzar para acceder a conocimientos cada vez más complejos en un contexto de aprendizaje, al logro de los estándares curriculares y desarrollo de competencias.

El logro de los aprendizajes esperados supone alcanzar metas a corto plazo que evidencian lo que el alumno ha aprendido, tomando como referencia el tiempo, la complejidad de los objetos de estudio y las potencialidades de cada alumno.

Los aprendizajes esperados y los estándares curriculares son los referentes para planificar y evaluar, estos aprendizajes comprometen a los profesores a no escatimar esfuerzos para ofrecer a sus alumnos múltiples experiencias, que les posibiliten la adquisición de aprendizajes desde el primer grado; al mismo tiempo, orientar su evaluación para ubicar los avances de los niños, tanto en lo individual como en lo grupal, ajustando las estrategias didácticas a sus necesidades y posibilidades particulares.

Los estándares definen lo que los niños de educación preescolar deberán saber y saber hacer, además de manifestar las actitudes que adquirieron al concluir el primer periodo escolar. Sintetizan los aprendizajes esperados que en el programa de educación preescolar se organizan por campo formativo. Son equiparables con estándares internacionales y permiten conocer el avance en el logro educativo de los infantes durante su tránsito por la educación básica. Del mismo modo, contribuyen a que el docente atienda su compromiso de rendición de resultados cuando los niños concluyen la educación preescolar, además de que son parámetros a considerar en el caso de las evaluaciones externas.

Fuente: Guía para la Educadora Preescolar SEP