¿Qué hacer desde la intervención docente para fomentar un ambiente democrático considerando sus diversos rasgos?

La democracia se vive para aprenderse, por tanto habrá de brindarse experiencias compartidas y posibilidades de diálogo como sea posible; estableciendo relaciones inclusivas y de equidad con amplia participación de los alumnos, los docentes y las familias.

La enseñanza orientada al desarrollo de habilidades de razonamiento es fundamental para ayudar al niño a desarrollar su pensamiento crítico. Se trata de enseñarlos a pensar, “que exploren alternativas a sus puntos de vista, que descubran los propios prejuicios y que encuentren razones para sus creencias”.

Exponer la opinión propia y sus razones. En general cuando los alumnos dan una opinión en clase, la intervención del maestro debería ser: ¿Qué te lleva a pensar esto? Y si el alumno tuviera problemas para expresarlas, no debería haber ningún inconveniente en facilitar que los otros alumnos lo ayudasen a clarificar sus razones. Como razones de lo que dicen o piensan, darán creencias, principios, teorías, sentimientos, recuerdos y anticipaciones de consecuencias.

Inferir. Significa derivar una cosa de otra, se pueden deducir hechos, acciones, intenciones. Es necesario que enseñemos a extraer conclusiones de lo que oímos, vemos y sabemos. Con los niños no es necesario que utilicemos la palabra podemos expresar la misma idea de diversas maneras. ¿Qué podemos saber a partir de esto?, ¿si sucede tal cosa, entonces…?, etcétera.

Razonar hipotéticamente. Una de las características de nuestra mente es que no sólo nos ocupamos de lo que es, sino también de lo que podría ser, y aquí el razonamiento condicional es fundamental para imaginar, formular hipótesis, buscar alternativas, prever consecuencias, etc.” A partir de esto, el docente puede orientar al niño a reconocer afirmaciones o premisas y a partir de ellas observar qué conclusiones se obtienen de ellas.

Por ejemplo, ayudarlo a imaginar las cosas diferentes a como son ahora puede ser una opción, se plantea una situación y ellos la completan con una posible hipótesis: si tuvieras un color de piel diferente entonces, si hablaras una lengua distinta a la de tus compañeros, entonces.

Razonar analógicamente. Implica llevar una relación de situaciones de un contexto determinado a otro. Requiere la habilidad para identificar rasgos comunes en situaciones diferentes; destreza para establecer relaciones de semejanzas y diferencias. Se pueden plantear al niño situaciones como: ¿En qué se parecen el patito feo y el soldadito de plomo? (u otros personajes de algún cuento o historia real que tengan en común, por ejemplo, ser objeto de algún tipo de discriminación). Otra posibilidad es enseñarlos a establecer analogías, se hacen planteamientos que puedan ser conocidos por el niños para que los complete con sus razonamientos: “Estar triste es a llorar como estar alegre es a”.

Relacionar causas y efectos. Es importante ayudar al niño a establecer causas y efectos en situaciones concretas y significativas. “Esto es muy importante si queremos que los niños se den cuenta de que la comprensión del mundo requiere percibir relaciones de diferencia entre las causas y los efectos, así como su consiguiente medida.”

Aprovechar situaciones variadas para llevar al niño a este tipo de razonamientos pueden ser cuando se evalúa el desarrollo de alguna actividad se puede plantear a los alumnos: “X y Y no respetaron las reglas que acordamos sobre el uso y cuidado de los instrumentos y jugaron a la orquesta sólo cantando sin poder utilizar instrumentos”. ¿Cuál es la causa? ¿Cuál es el efecto?

Relacionar partes y todo. El desarrollo de esta habilidad es importante ya que los pensamientos y las acciones individuales se insertan en un contexto más amplio. Establecer estas relaciones no es sencillo para los niños e incluso pueden ser confuso “lo que es verdad para las partes no necesariamente debe serlo para el conjunto. Inversamente, no es menos cierto que porque un conjunto sea X, cada parte también deba serlo. En el campo ético, y en relación con el tema de los prejuicios, estas falacias son de gran importancia cuando se habla por ejemplo de colectivos como hombres y mujeres, blancos y negros”.

Relacionar medios y fines. Los fines son los objetivos o deseos de lo que se busca lograr y para conseguirlo se recurre a diversas formas o métodos. Para desarrollar esta habilidad “aunque sea de manera elemental, es una condición para afrontar con racionalidad la vida ética, donde la relación entre medios y fines tiene un papel especial. El equilibrio entre medios y fines es uno de los problemas más serios hoy entre ética y política”. Algunas preguntas que se pueden plantear para relacionar medios y fines son: ¿Qué debes hacer para conseguir? ¿Cómo has llegado a? ¿Para que obtengas qué debes hacer?

Establecer criterios. “Significa saber discernir, saber juzgar. Es una habilidad necesaria para desarrollar otras, como la comparación, la clasificación o la evaluación. Sólo podemos comparar dos objetos o situaciones a partir de un parámetro común. Si decimos que Juan es más que Pedro, se trata de una comparación confusa, porque no explicitamos el criterio sobre el cual hacemos la comparación. Si decimos que Juan es más alto o más simpático o más rápido que Pedro, entonces sí queda clara la comparación”.

Es importante que el niño verbalice sus razones o criterios al calificar una situación o actitud de justa o injusta, lo que le parece bonito, al estar de acuerdo. Otro medio para que el niño desarrolle esta habilidad es que enuncie características de un juguete o personaje; por ejemplo, qué cualidades de tus compañeros te hacen sentirte bien o cuáles te hacen sentir incómodo.

Fuente: Guía para la Educadora Preescolar SEP