Ecología

Según el diccionario, el vocablo ecología proviene de dos raíces griegas: oikos, significa «casa», y logos, «tratado». Con base en estas raíces, la ecología se considera una rama de la biología que estudia las relaciones entre los seres vivos y el medio en que habitan. En el diccionario también leemos que la«ecología es el estudio de la casa como vivienda higiénica».

Así, podemos afirmar que la ecología es el estudio de las interacciones de los organismos con su ambiente físico y también de las interacciones de ellos mismos. Como una rama de la ciencia, la ecología se propone estudiar los mecanismos por medio de los cuales un organismo es afectado por su ambiente no vivo (la temperatura, la humedad, la cantidad de sales presentes en el suelo o en el agua del lugar en donde vive, etc.), así como precisar la influencia recíproca que existe entre él y los demás seres vivos que lo rodean.

La acción conjunta de estos factores determina los tipos y las cantidades existentes de organismos en un lugar y en un tiempo dados, ya que estas interacciones son dinámicas y cambian a través del tiempo, a consecuencia de las modificaciones en el lugar de residencia o hábitat.

Los cambios dinámicos entre los seres vivos y su ambiente han causado su modificación, a lo largo de la existencia de la vida sobre el planeta; el tipo y el número de especies de organismos vivientes que existen en la Tierra y que integran lo que actualmente se denomina biodiversidad (diversidad de la vida), es el resultado de la interacción de los seres vivos y el ambiente.

La biodiversidad es la expresión simultánea de la variación entre los organismos individuales, las especies biológicas a las que ellos corresponden como poblaciones biológicas, y las interacciones del conjunto de seres vivos y su ambiente.

Sobre los seres vivos y en su propio ambiente se ha manifestado gradualmente el proceso de la evolución de la vida, durante los cuatro mil millones de años de existencia de la Tierra. Sin embargo, los especialistas que realizan estudios en todo el mundo, consideran que la biodiversidad se encuentra gravemente amenazada a inicios del siglo XXI.

Daniel Piñeiro, un estudioso mexicano, afirma que la biodiversidad radica no tan sólo en las especies vistosas y de ornato que la televisión, la radio y la prensa nos muestran; es decir, no son solamente el oso panda, el quetzal, la ballena o el tigrillo, sino que la mayoría de especies que constituyen la biodiversidad no tienen ningún atractivo especial, no son vistosas y tal vez todavía sean desconocidas para nosotros.

Hasta ahora se han descrito un millón y medio de especies, de las cuales se calcula que se extingue (desaparece de la faz de la tierra) una por cada mil especies, mientras que anualmente en el pasado (durante el Paleozoico o el Mesozoico, cuyo inicio data de hace 400 y 190 millones de años, respectivamente) se perdía sólo una especie hasta por cada 10 millones de ellas.

Según se cree, este espectacular incremento en la pérdida de especies es causado por la influencia negativa de la especie humana en las condiciones físicas, químicas y biológicas del hábitat de los seres vivos en el que se desarrolla la biodiversidad.