Escuchar en vez de oír

Escuchar es «prestar atención a lo que se oye», lo cual es una habilidad sumamente importante en la vida profesional y personal. Para ser un oyente efectivo necesitas practicar la escucha activa, cuando escuchas bien, con atención y cuidado, intentando entender lo que te dice la otra persona.

Tenemos la tendencia a no escuchar lo que nos dice el interlocutor porque estamos unos pasos por delante pensando en cómo vamos a responder a la persona. Es importante poner el enfoque en las palabras, el mensaje y la manera de hablar del interlocutor para escuchar bien. La otra persona se da cuenta cuando no estás escuchando y normalmente se molestará por ello. En este momento puedes dañar la relación, por ejemplo perder una venta u ofender los sentimientos de un amigo.

Por otro lado es beneficioso practicar la escucha activa. La otra persona sentirá la confianza necesaria para ser sincera con nosotros y valorada, lo que es importante para motivar a otros. También fomentará una relación positiva del respeto con el interlocutor. Le parecerá a la otra persona que su mensaje es importante y estará relacionándose con el oyente.

Es posible entrenarnos en la escucha activa y cualquier persona puede llegar a dominar esta habilidad con la práctica. Nuestros clientes, compañeros de trabajo, familiares, amigos…se darán cuenta del cambio y valorarán nuestro esfuerzo.