Conservación y gestión de los recursos

Para la protección de la atmósfera, la Agenda 21 propone que los Estados: modernicen los sistemas energéticos y promuevan el uso de tecnologías más armónicas con el medio ambiente impulsen nuevas alternativas para combatir la contaminación atmosférica en lo que se refiere a la concentración de gases invernadero y otros que provocan el calentamiento global y establezcan programas de consumo energético eficiente.

Las actividades humanas provocan el desgaste, degradación y erosión de los suelos. Para revertir estos procesos los Estados deberán desarrollar políticas de uso de suelo en armonía con los intereses de las comunidades y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, elaborar planes de ordenamiento ecológico que integren prácticas tradicionales e indígenas adecuadas, mejorar y hacer efectiva la legislación en la materia, y alentar la participación de las instituciones y grupos en la toma de decisiones.

En materia de lucha contra la desertificación los gobiernos deberán invertir en la reforestación y control de incendios y plagas, y en la investigación sobre recursos forestales; ejecutar una política forestal que fomente la creación de micro industrias de transformación que no sólo utilicen la madera sino los demás productos forestales, tales como plantas medicinales, mimbre, bambú, tintes vegetales, fibras y artesanías locales.

De igual manera, señala que los gobiernos deberán construir áreas verdes en zonas urbanas, fomentar el turismo ecológico y reducir el daño causado a los bosques mediante el ordenamiento sustentable de las zonas adyacentes a los mismos.

Con el mismo propósito los gobiernos deberán adoptar planes sustentables para el uso de tierras y elaborar planes de ordenamiento de recursos hídricos, llevar a cabo programas acelerados de forestación y manejo ambiental; impulsar la ejecución de programas de energía alternativa reduciendo el consumo de carbón de leña, capacitar a la población rural con programas de agro desarrolló, conservación de agua y suelos y mejorar las condiciones de vida de las zonas rurales.

En cuanto a este capítulo, ya se cumplió una de las propuestas del Programa 21, pues ya se firmó la Convención internacional sobre lucha contra la desertificación, cabe señalar que México fue el primer país en firmarla y que ya se encuentra en ejecución un programa en consecuencia.

En materia de conservación de la biodiversidad agricultura sustentable y desarrollo de las regiones montañosas la Agenda establece que los Estados, en coordinación con las ONG y las instituciones privadas, deberán invertir en programas de manejo ambiental y conservación de recursos naturales, impulsar métodos tradicionales de agricultura con la participación de las comunidades locales en el manejo de ecosistemas, desarrollar y fomentar el uso de tecnologías sustentables, crear áreas para la protección, rehabilitación y aprovechamiento sustentable de los ecosistemas.

Como herramienta que promete contribuir de manera significativa al desarrollo sustentable se encuentra la biotecnología, la cual deberá ser utilizada y dirigida para mejorar las cualidades nutricionales de los productos alimenticios, desarrollar vacunas y otros tipos de medicamentos para la prevención y cura de las enfermedades, mejorar la resistencia contra las plagas en la agricultura, rehabilitarlos mediante la reforestación, el tratamiento de aguas, y la reutilización de desechos orgánicos. Los Estados deberán apoyar los programas nacionales científicos-tecnológicos, de capacitación profesional con inversiones y financiamiento.

En materia de protección y gestión de los océanos osl Estados deberán prever la degradación de los ecosistemas marinos, informar a la población de los riesgos de la contaminación, velar por la aplicación de la legislación en materia de contaminación; proteger, manejar y conservar los arrecifes, los estuarios, los pantanos y otras áreas oceánicas; promoverla investigación y capacitación, mejorar las condiciones de vida de los pescadores y la comunidad local.

Para la protección de las aguas dulces, los objetivos para el año 2000 son proporcionar agua potable para todos los ciudadanos, así como garantizar el saneamiento básico y reciclaje de los desechos sólidos de las zonas urbanas, controlar y combatir las enfermedades transmitidas por el agua contaminada.

Impulsar la investigación para el manejo de los ecosistemas acuáticos y el agua potable. También deberá instituirse la obligatoriedad de presentar estudios de impacto ambiental para todos los grandes proyectos hídricos de desarrollo y fomentarse el uso de fuentes distintas del agua dulce.

El capítulo correspondiente al uso adecuado de los productos químicos tóxicos señala que los gobiernos deberán ejercer un control de las emisiones por medio de inventarios, la expedición de normas para la utilización de dichos productos y la regulación de la exposición a los mismos.

Las industrias deberán, generar y aceptar códigos internacionales de principios para prevenir y combatir los riesgos de impacto ambiental, adoptar medidas para la difusión de la información y capacitación al público acerca de emisiones tóxicas, desarrollar un sistema internacional de patrones de señalización y velar por la rigurosa equidad en el control y empleo de los productos químicos sin que exista diferencia entre los países.

En materia de residuos, los Estados deberán solicitar y dar asistencia para la innovación industrial a fin de reducir y combatir la producción excesiva de residuos peligrosos, efectuar auditorías ambientales en las industrias y verificar el manejo adecuado en las mismas, impulsar procesos de reciclaje, invertir conjuntamente con las empresas en investigaciones que busquen alternativas energéticas, mejorar los sistemas de irrigación, impulsar la. educación para la prevención de enfermedades y el tratamiento adecuado de los desechos.

Respecto de los residuos radioactivos los gobiernos deberán con las organizaciones internacionales para fomentar prácticas que limiten y reduzcan a un mínimo el volumen de estos residuos, velar por su almacenamiento, tratamiento, transporte y eliminación en condiciones seguras, proporcionar a los países en desarrollo asistencia técnica necesaria para el manejo adecuado de los residuos, promover formas alternativas de energía, respetar el código de Prác tica sobre Movimientos Transfronterizos de Desechos Radioactivos y no exportar los desechos radioactivos.