Tratamiento pulpar en niños

Generalidades

Las caries sino son tratadas van avanzando y llegan a afectar la pulpa dentaria, está afectación pulpar hace que se presenta a veces con dolor y otras veces son indoloras y aparecen los abscesos por necrosis pulpar.
La conservación de la pieza dentaria depende de varios factores:

– Tamaño de la raíz remanente para ver si el diente va a ser exfoliado de forma rápida o aún va a tardar.

Si vemos que la raíz no existe, el diente presenta movilidad y el permanente está a punto de erupcionar, es mejor realizar la extracción del diente, siempre y cuando esté dando problemas.

– Presencia de los dientes permanentes. Si vemos agenesias, debemos intentar conservar la pieza temporal.

– Afectación de la furca en caso de molares temporales, hay peligro de fractura y a veces es mejor realizar la extracción.

– Grandes infecciones causadas por la necrosis y gangrena pulpares, es difícil drenar el pus en los dientes primarios.

– En otros casos es mejor siempre intentar conservar la pieza dentaria

El tratamiento pulpar de elección es la PULPOTOMIA. Se basa en extirpar la pulpa vital inflamada de la cámara pulpar y aplicación de medicamentos en ella con el objetivo de fijar o momificar la pulpa vital radicular. Se usa formocresol o hidróxido cálcico y más actual el glutaraldehído. Se obtienen mayores éxitos con el formocresol que con el hidróxido de calcio.

La pulpotomía está indicada cuando la pulpa presenta una inflamación mínima y reversible, cuando hay bastante destrucción coronaria y cuando estimamos que podemos provocar una exposición pulpar al remover la dentina careada.

La técnica para realizar una pulpotomía es :

– Anestesiar la pieza dentaria y colocación de dique de goma si es posible.

– Remoción con fresa redonda de la dentina careada, llegamos a la pulpa y remoción de la pulpa cameral con fresa a baja velocidad o excavadores.

– Control de la hemorragia, aplicando bolitas de algodón, haciendo presión sobre los orificios radiculares o aplicando substancias hemostáticas impregnadas en el algodón, va bien el uso de anestésico con vasoconstrictor. La hemorragia persistente nos llevará a realizar una pulpectomía.

– Aplicación de una bolita de algodón impregnada de formocresol, se deja 4 minutos en la cavidad, se retira y se obtura la cavidad con óxido de zinc-eugenol (IRM®). Muchos especialistas dejan la bolita con formocresol unos días, y por tanto difieren la obturación definitiva.

– Se puede obturar sobre el óxido de zinc-eugenol con amalgama o ionómero de vidrio.

El tratamiento con pulpotomía debe comportar la ausencia de síntomas y signos clínicos, si aparece dolor o hinchazón, debemos recurrir a la pulpectomia o a la extracción del diente.

Otro tratamiento pulpar que podemos realizar es la PULPECTOMIA. Se basa en eliminar toda la pulpa cameral y de los conductos radiculares y obturar con hidróxido cálcico u óxido de zinc-eugenol. La pulpectomía está indicada en los casos de pulpitis irreversibles y en las necrosis pulpares.

En casos de necrosis pulpares, la pulpectomia la realizaremos sin anestesia, pueden quedar restos vitales y si vemos que producimos un mínimo dolor, anestesiaremos la pieza.

Se inicia como la pulpotomia, y entramos en los conductos radiculares, solo se instrumentan dos tercios de la longitud de la raíz,se irriga con suero salino y se usan limas, hasta 2 o 3 números del incial. En los molares temporales es difícil entrar en los conductos radiculares.

Secamos los conductos con puntas de papel y se rellenan con oxido de zinc-eugenol (IRM®), se reconstruye la pieza dentaria y se suele colocar una corona de acero. Si fracasa la pulpectomía se debe realizar la exodoncia de la pieza dentaria.

Es importante hacer mención de los casos en que se debe tratar molares permanentes jóvenes:

– Si la pieza dentaria tiene vitalidad pero la raíz está inmadura, se harán recubrimientos indirectos o bien directos con hidróxido de calcio en caso que la lesión haya llegado a la pulpa. Los recubrimientos directos en piezas temporales son ineficaces, pero son muy eficaces en dientes permanentes jóvenes.

– Si la pieza no tiene vitalidad y el ápice es inmaduro se debe realizar la técnica de la apicoformación (apexificación) para intentar conseguir el cierre apical. Se hace la limpieza del conducto radicular de restos pulpares necróticos, se irriga con solución acuosa de hipoclorito sódico y se introduce en el conducto hidróxido cálcico, se va cambiando cada 2-3 meses y aproximadamente a los 18 meses se consigue el cierre apical y puede ya obturarse el conducto con gutapercha.

Fuente: odontocat.com