Recepción y sala de espera

Como la recepción y la sala de espera son lugares estratégicos en el diseño del consultorio porque causarán un impacto con nuestros pacientes aun antes de que hayan recibido cualquier tipo de tratamiento, deben ser un espejo que muestre pulcritud, organización, eficiencia y que produzca en los pacientes una sensación de agrado y confort. Todos estos elementos, así como un total acceso a los recursos diagnósticos y terapéuticos necesarios son factores que tendrán una gran influencia en la calidad de atención.

La recepción es la tarjeta de presentación de nuestro consultorio y su unidad de acción central. De modo que debe ubicarse cerca de la entrada para recibir y despedir a los pacientes y también cerca de la sala de espera para poder controlarla y tener a los pacientes informados en todo momento.

El mostrador de la recepción contendrá los teléfonos, las computadoras, la papelería, etc; los archivos de historias clínicas se colocarán en otro cuarto o en armarios o ficheros cerrados con llave para que solo puedan ser consultados por el equipo de trabajo del consultorio. También se puede agregar un sistema de música ambiental para crear una atmósfera agradable y relajada; además, puede servir para amortiguar posibles ruidos derivados de la consulta y de los tratamientos dentales efectuados y para estimular la tranquilidad y crear un clima apacible que induzca la distensión y disminuya la ansiedad.

La sala de espera será abierta para que se le pueda controlar desde el servicio de la recepción, lo que brindará una sensación de seguridad a los pacientes. Además será un lugar apto para la relajación previa a la consulta, con una iluminación adecuada para la lectura, la escritura de los pacientes y con una temperatura y una ventilación apropiadas según la estación del año, para crear un ambiente agradable.

Las dimensiones deberán ser acordes con el número de unidades operatorias existentes y con la cantidad de profesionales que trabajan en el consultorio y adaptables al tipo de pacientes que concurren para su atención. Por eso también se debe contar con asientos individuales, los que permiten más libertad de movimiento e intimidad. También se recomienda una mesa central con revistas, periódicos, folletos informativos, etc, que sea de fácil acceso para todos y debe espacio suficiente para el tránsito sin molestar a los pacientes que se encuentren sentados.

Las puertas de acceso a los baños nunca deben ubicarse en el interior de la sala de espera porqué restarían intimidad a los usuarios de los baños.

Fuente: Libro de Operatoria Dental Barrancos Mooney 4ta edición.