Respuesta del paciente a la anormalidad

La sonrisa es la respuesta evocada más regularmente por el bebé y con el tiempo significa placer; cualquier aberración que revele puede ser un punto de ansiedad. La respuesta a una deformidad o aberración es con frecuencia desproporcionada respecto a su gravedad. La anormalidad implica diferencia, una característica indeseable para la mayoría de las personas; para reducir las diferencias, suele acudirse a medios evidentes o sutiles para esconder la boca.

Sin embargo, como indica Rottersman «la respuesta podría no ser desproporcionada al estímulo. Es una señal para que el profesional actúe con cautela e intente averiguar qué es lo que realmente subyace en la respuesta del paciente«.

Comprender los motivos del paciente precisa una percepción aguda por parte del odontólogo, que obtiene la información mediante la exploración y la historia que revela los problemas dentales actuales del paciente. La propia valoración que el paciente tiene de sus problemas y su reacción ante ellos tienen la misma importancia. El odontólogo debería descartar un síndrome de somatización, en el que la ansiedad producida por porblemas emocionales reales e importantes puede transferirse a una deformidad oral menor.

Cuando un paciente con un problema de larga evolución acude finalmente para llevar a cabo un tratamiento, el profesional debe determinar qué le impidió someterse antes a éste. Es posible que un paciente que critique a un odontólogo anterior sea hostil, por lo que el profesional no debería presentarle un plan de tratamiento antes de determinar las expectativas del paciente respecto al tratamiento.

Fuente: Libro de Odontología estética por Ronald E. Goldstein, volumen 1.